Un cierto oscurantismo rodea la figura del joven cabeza de lista de ERC en las generales, Gabriel Rufián, surgido de la sección para castellanohablantes del partido republicano, Súmate. De ahí dio un salto estratosférico para colocarse al frente de la candidatura republicana en detrimento de Joan Tardà. Oriol Junqueras, que ha dedicado buena parte de los últimos meses a "cultivar" el voto del cinturón metropolitano de Barcelona (llegó a protagonizar un libro de entrevistas con Justo Molinero en el que proponían la comercialización de un preservativo con la estelada) encontró en Rufián una suma de "virtudes": hijo de inmigrantes pasado por la escuela de la inmersión lingüística. Un estereotipo de lo que en ERC se considera el habitante medio del extrarradio, donde su voto es testimonial.
Sin embargo, la exposición mediática propia de unas elecciones está dejando al descubierto al verdadero Gabriel Rufián. En La Vanguardia ha declarado que "en estos momentos estoy cobrando el paro" y se reivindica como diplomado en relaciones laborales. A la pregunta de por qué escogió esa disciplina, afirma: "Intentaba aunar dos mundos tan distintos como el de la empresa y el de los trabajadores. Yo soy la persona que hace las entrevistas de trabajo en el sector metalúrgico". Y añade: "Aprendes a tener piel, a percibir como es una persona en diez minutos, suena mal pero es la realidad".
Sin embargo, tras varias preguntas, la periodista, Ima Sanchís, le cuestiona sobre la actividad política y Rufián asegura que no lo ve como una profesión, "sino como algo que hay que hacer ahora". La entrevistadora insiste:
-¿Pero vive de eso?
-No, yo en estos momentos estoy cobrando el paro, tuve que dejar mi trabajo para dedicarme a esto y he sido un mileurista precario, como la mayoría de los jóvenes de mi generación.
Rufián, por tanto, es el que decide quién trabajaba y quién no, pero ahora cobra el paro. Todo en ello en tiempo presente. La entrevista aborda también el espinoso asunto de su intento de agresión a un compañero de Súmate, a lo que responde: "Fue una reunión multitudinaria en la que se debatían temas complicados. Súmate es la plataforma más transversal de todas y eso comporta circunstancias de todo tipo. Estábamos hablando de un relevo y hubo discusiones, pero no llegamos a las manos".
De esa asamblea salió con alias que se subraya en La Vanguardia, el del "catalán psico", un Doctor Jekill y Mr. Hyde que habla en los medios como un tipo pausado y humilde, pero se maneja entre bambalinas con puño de hierro.