"Del subcampeón no se acuerda nadie" es una de las frases que escuchará Albert Rivera poco antes de enfrentarse al debate con Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a los que reunirá Atresmedia. El candidato centrista se motivará, como en otras ocasiones, con un vídeo muy popular en las redes sociales de Luis Aragonés, el fallecido entrenador, cuando daba instrucciones a los jugadores de la selección española en la Eurocopa de 2008. Además, se relajará nadando (el deporte que ha practicado desde pequeño) antes de un debate en el que intentará tomarse la revancha con Pedro Sánchez, por el que se vio superado en el debate a tres (también estuvo el líder de Podemos) organizado por El País antes de la campaña.
Los principales colaboradores de Rivera reconocen haberle encorsetado demasiado en el primer debate. "Tiene que ser más él" reconocen en privado, donde explican que "le insistimos demasiado en que tenía que estar en un papel propositivo, pero sin perder eso deberá contestar cuando se le ataque". Especialmente significativa fue en aquella ocasión la falta de respuesta a Sánchez cuando el candidato del PSOE atacó con dureza el programa económico de Ciudadanos y al arquitecto del mismo, Luis Garicano. Si el líder socialista, así como Iglesias o la número dos por Madrid del PP, vuelven por esos fueros, puede que se encuentren con una respuesta de este tipo: "Sepan que están atacando a un español que ha logrado ser uno de los mejores economistas del mundo".
Poco antes de subirse al AVE en Barcelona, donde protagonizaba un desayuno con el número uno por Barcelona, Juan Carlos Girauta, se mostraba tranquilo y resaltaba la importancia del debate para un partido que aún no tiene representación parlamentaria y que nació hace diez años de una plataforma civil: "Vamos a tener el honor de debatir con los dos viejos partidos, el PP y el PSOE, en un espacio de mucha audiencia, y eso para nosotros es un honor y una oportunidad para demostrar a los españoles que se puede hacer nueva política con un proyecto sensato". Preguntado por si será más ofensivo con Sánchez, afirmaba: "No quiero ser ofensivo con nadie. Lo que quiero es proponer y explicar a los españoles nuestro proyecto".
Rivera volverá a vestir traje y corbata, aun a riesgo de ser, como ocurrió en el anterior debate, el único que vista de esa manera.