Las luces navideñas de Madrid son todo un espectáculo como las de otras capitales de Europa. De esta forma, a partir de su encendido son miles de personas las que cada fin de semana recorren el centro de la capital cuando cae el sol. Las luces son cada vez más sofisticadas como el efecto óptico de una luna creciente conforme subes la Gran Vía desde la calle Alcalá hasta la Plaza de Callao.
El adorno más tradicional que el Ayuntamiento de Madrid seguía manteniendo era una Natividad en los arcos de la Puerta de Alcalá. De esa forma, en los arcos laterales las luces representaban la mula y el buey rodeados de angelitos mientras el arco central estaba reservado a luces con la forma de la Sagrada Familia.
Este año, el primero con Carmena y Ahora Madrid en el poder, el ayuntamiento ha decidido eliminar ese adorno, el único que recordaba el significado religioso de estas fechas. En su lugar ha puesto dos lámparas en los arcos laterales dejando el arco central vacío, quedando más patente la ausencia de la Virgen, San José y el niño Jesús. En el césped que rodea la Puerta de Alcalá han colocado unas luces con forma de flores gigantes.