Ciudadanos no ha parado de subir en todas las encuestas desde que los estudios comenzaron a tener en cuenta al partido. Si analizamos el CIS, Albert Rivera se estrenaba en julio de 2014 con apenas un 0,9% de votos. Sólo tres meses después dobla sus resultados con un 2,1%. Tendencia que seguiría al alza hasta abril de 2015, cuando llega al 13,8%. Se produce aquí un punto de inflexión. El siguiente barómetro de julio de 2015 le da por primera vez una caída en intención de voto de casi tres puntos, hasta el 11,1%. El partido acababa de pactar en Andalucía con el PSOE de Mercasevilla, de los ERE o de los cursos de formación, y en Madrid con el PP afectado por Gürtel o la Púnica.
La incógnita será siempre saber si esa caída se convertiría en tendencia, de no ser por Artur Mas y su adelanto electoral. Las elecciones catalanas auparon a un Albert Rivera que empezaba a tener que dar muchas explicaciones por sus acuerdos tras el 24M. Los 25 escaños conseguidos evidenciaban que el voto de castigo, sobre todo al PP, podía convertirse en voto útil. La formación da la vuelta por completo a las encuestas y en el último barómetro del CIS del año llega al 14,7%, su mejor dato. Podría acabar desinflándose como Podemos pero, entre las muchas diferencias que existen entre ambos partidos, Ciudadanos presenta un programa más realista, tiene una imagen más amable y no sufre el desgaste de gobernar en ningún sitio. A Rivera le basta con no sobreexponerse en los medios estas semanas.
Podemos "asalta el cielo" y se quema las alas
Pablo Iglesias se estrenó en el CIS también en julio de 2014, pero lo hizo con un 15,3% después de conseguir 5 diputados en el Parlamento Europeo. Tres meses después llega al 22,5% y en enero de 2015 al 23,9%. Supera por primera vez al PSOE. Tiene lugar en ese momento un cambio de tendencia. El barómetro de abril de 2015 le da su primera caída de hasta 7 puntos. Todavía no se han celebrado las elecciones del 24M. La posibilidad real de que Pablo Iglesias acabara gobernando España le exige pasar de hacer un diagnóstico de la crisis (como se había limitado hasta ese momento) a tener que aportar soluciones. Y es ahí donde la fórmula falla. En julio de 2015 cae al 15,7% y de nuevo en octubre de 2015 al 10,8%... Tampoco le ayudan los despropósitos de Manuela Carmena en Madrid, Ada Colau en Barcelona o el Kichi en Cádiz.
¿El bipartidismo se recupera a costa de Podemos?
Si analizamos el CIS de toda la legislatura, el PP comienza a caer en intención de voto nada más llegar al poder. Un efecto en parte lógico al ser el partido de Gobierno, pero que se irá acentuando a una velocidad nunca antes vista en la primera legislatura de un presidente.
El PP ronda al principio de su mandato el 40% en intención de voto. Cifra que irá reduciéndose hasta abril de 2015, cuando suma un 25,6% de los apoyos. Se produce aquí lo que podría haber sido un cambio de tendencia. En julio de 2015, por primera vez en el último año, los populares recuperan casi 3 puntos hasta el 28,2%. Las elecciones del 24M tienen el efecto contrario al vivido por Ciudadanos y Podemos y empieza a notarse cierta recuperación económica. Ese ascenso tan acusado no se repite en el último barómetro del año, el primero tras las elecciones catalanas. El partido apenas mejora unas décimas hasta 29,1%. Esto teniendo en cuenta que el CIS es un organismo dependiente del Gobierno.
También al PSOE le favorecen las elecciones del 24M pero, al igual que le ocurre al PP, las catalanas no tanto. Aunque las encuestas nunca han sido especial motivo de alegría para el partido, ni siquiera tras la designación de Pedro Sánchez. El PSOE había anotado su mínimo en julio de 2014 con un 21,2% de votos. En octubre de 2014 se produce un ligero cambio de tendencia hasta llegar ahora al 25,3%, lo que le mantiene en la disputa a la Moncloa, siempre según el CIS.