El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este jueves su barómetro correspondiente al mes de octubre; en concreto, la encuesta se elaboró entre los días 1 y 12.
Y aunque aún no ha pasado ni un mes, ha quedado bastante obsoleta. Y es que los acontecimientos que se han sucedido desde finales del mes pasado son tantos y de tal envergadura que hacen que se tenga que coger con pinzas este sondeo. Por ejemplo, el CIS se realizó antes de la toma de posesión de Carme Forcadell como presidenta del Parlamento catalán, al grito de "¡visca la repúblicana catalana!". Sería éste el prólogo de lo que sucedería tan solo un día después en esta misma Cámara catalana: Junts pel Sì y la CUP registraban la propuesta "solemne" de independencia.
A partir de esta gravísima situación, todo ha sido un suceder de acontecimientos, cada cual más rocambolesco y preocupante: las rondas de contactos de Mariano Rajoy con los líderes políticos y sindicales [en un primer momento, los socialistas consiguieron que el presidente del Gobierno recibiera a Pedro Sánchez en La Moncloa; después se vio forzado a recibir a Albert Rivera y Pablo Iglesias, con mitin de éste incluido en el palacio presidencial; los recursos ante el Tribunal Constitucional y el golpe policial a CDC y los Pujol, entre otras cosas.
Además, tampoco se recogen los últimos fichajes estrella de Podemos: el del hermano del exministro José Ignacio Wert y, sobre todo, el del que fuera Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, José Julio Rodríguez.
Pero en lo relativo a Podemos, este sondeo sí coincide con las demás encuestas privadas que se publican casi diariamente: la tendencia a la baja del partido de Iglesias. Aunque si lo comparamos con el anterior CIS del mes de julio, la bajada es bastante acusada. Si ya en el anterior Podemos pasaba del 16,5% al 15,7%, ahora cae hasta el 10,8% en estimación de voto, situándose por detrás del PP, PSOE y Ciudadanos.
Lejos ha quedado la segunda posición que le otorgaba el primer estudio electoral de 2015, en el que con 23,9% de intención de voto, le comía la tostada al PSOE de Pedro Sánchez y metía el miedo en el cuerpo al PP. Los de Albert Rivera, sin embargo, a principios de año se mantenían aún en un escaso 3,1%. Subieron en julio hasta el 11,1% y ahora repuntan hasta el 14,7%.