El equipo de gobierno de Valencia, encabezado por el alcalde Joan Ribó, ha decidido modificar las salas de duelo del tanatorio y crematorio municipal. Según la nueva orden del Ayuntamiento, serán desprovistas de símbolos religiosos para que puedan ser utilizadas por personas de todas las creencias. Imágenes y crucifijos han sido tapados o retirados.
La noticia ha provocado gran polémica en la ciudad y la censura de la oposición. La concejal del PP Lourdes Bernal ha explicado la situación En Casa de Herrero, de esRadio, donde ha contado cómo el consistorio ha eliminado también el nombre de "capilla" por el de "sala de ceremonias". Vírgenes y sagrarios han acabado en armarios o cajones.
"Es una auténtica persecución, me parece una desfachatez absoluta", ha dicho Bernal apuntando que ya existía una sala laica y la posibilidad de oficiar ceremonias a personas de creencias distintas a la católica. "Nunca ha habido ningún tipo de queja y nadie ha querido cambiar nada", ha afirmado.
Según Bernal, los cambios se hicieron de forma "clandestina". Desde el Ayuntamiento, enviaron una carta a los gestores de las instalaciones municipales ordenando la retirada de todos los símbolos religiosos. La oposición se enteró por los usuarios.
Sobre el PSOE, que apoya a Compromís en la ciudad, ha apuntado que "se ha plegado" a lo ordenado por Ribó.