"Rebelión contra el Estado", titula El Mundo alarmado. "Junts pel Sí y los antisistema acuerdan desobedecer al TC y crear un estado catalán en forma de república". Menuda novedad, desobedecer al TC. El editorial, desde la portada, alaba la actitud de Rajoy. "La reacción de Rajoy fue esta vez inmediata". El presidente "empeñó su palabra de que, mientras él siga en el cargo, España será un país unido". Palabrita de Rajoy. "No faltará quien hubiera deseado una intervención más explícita, pero nos parece que no era el momento de desvelar cuál va a ser la estrategia del Gobierno". Claro, sobre todo porque no tiene ninguna, se ve a la legua. Sin embargo los secesionistas la tienen clarísima. "Acelerar su hoja de ruta y forzar un enfrentamiento con el Gobierno de Rajoy antes de las elecciones". Y no será que no han avisado. "Ello pone al ejecutivo en una complicadísima situación, ya que, por primera vez, el Gobierno se halla abocado a plantearse la aplicación del artículo 155". ¡Hombre, el famoso 155 otra vez!, ese artículo del que todo el mundo habla pero que nadie ha visto. El columnista Jorge de Esteban discrepa con el editorial. Rajoy "tendría que haber dicho ayer que si el Parlament aprueba ese documento aplicará el artículo 155" y dejarse de pamplinas. Victoria Prego también opina que la declaración de Rajoy no sirve para nada. "Es imprescindible actuar ya y dejarse de consideraciones jurídicas exquisitas que lo único que harán será paralizar la actuación del Gobierno. Cataluña está metida ahora mismo en un huracán devastador en el que se mezclan la locura colectiva de una parte de la población, la irresponsabilidad política de los dirigentes, una carrera temeraria hacia la destrucción del país y el descubrimiento de la más gigantesca red criminal de corrupción". ¡Cáspita! A lo mejor lo que hay que preparar es un plan de evacuación.
Santiago González se pone en plan profe e intenta explicarle a Rajoy cómo está la cosa. "La lógica del golpe de Estado no atiende a razones jurídicas, sino a los hechos. La legalidad se la suda. Mas aún, conculcarla está entre sus primeros objetivos". ¿Entiende señor presidente? Leyes españolas, caca para los nacionalistas.
Federico Jiménez Losantos dice que "anteayer nació una república sietemesina y radical: Selfiluña (...) Al romper con la legalidad que sustenta su cargo, Forcadell se declaró a sí misma nula de pleno de derecho". Pero como no reconoce esa legalidad, a ella plin. Albert Boadella pone en cuestión que él sea diferente por ser catalán. "¿Cuáles son las diferencia significativas que como catalanes observa usted en mi persona en relación al resto de los españoles?". La lengua como que no, porque "el catalán parece un dialecto del español y viceversa". En cuanto a la cultura "habría que preguntarles qué entienden por cultura, pero si creemos que es algo más que levantar torres humanas, recolectar níscalos o bailar sardanas, lamento decirles que no existe una cultura catalana como algo específico y acotado". Aquí bailamos el chotis. Lo mismo es un hecho diferencial. Y nosotros pensando que sólo era una cosa regional muy complicada.
El País se lía pim, pam, pum contra Rajoy desde el titular de portada. "La declaración de independencia no recibe respuesta de Rajoy". El editorial atiza al presidente hasta en el cielo de la boca. "Golpe de Estado, vacío de gobierno". "No hay explicación a la pasividad con que Mariano Rajoy ha asistido al despliegue de la estrategia independentista", dice. "No ha explicado plan alguno para Cataluña. El presidente sostiene de modo tajante que la declaración intentada por los independentistas no tendrá efecto alguno, y nos deja completamente a oscuras respecto a cómo pretende conseguirlo". También le critica que "deslizara la idea de que los independentistas no tendrán éxito mientras él sea presidente", aprovechando para hacer campaña. La crisis catalana "no es un problema de Rajoy, ni del PP, sino de los españoles ". "Las decisiones de un puñado de dirigentes separatistas no pueden ser respondidas así, ni se puede permitir que los hechos consumados vayan imponiendo su lógica alarmante y siniestra". Vaya bronca, presidente. Cuando se pone Cebrián, se pone. Consuélate pensando que si hubieras aplicado el 155 también te hubiera machacado.
A falta de claridad, ABC interpreta. "Todo listo para suspender la autonomía de Cataluña". Que eso es lo que quiso decir Rajoy, viene a decir. Dice el editorial que "el Gobierno está legitimado para aplicar el artículo 155 y suspender las funciones de una autonomía cuyo parlamento asuma la sedición como un valor y se declare en rebeldía. En ese supuesto, sería imprescindible que el PSOE, Ciudadanos e incluso Podemos asumieran como soluciones inevitables las que hasta ahora han rechazado". Pues como el PP, Bieito, a ver si no nos dejamos llevar por el sectarismo. Si Rajoy ni siquiera se atreve a mencionar el dichoso artículo. Ignacio Camacho frena los ímpetus de su jefe, Bieito que te pierdes. "El Estado ha llegado tarde a Cataluña tantas veces que ahora será un error comparecer por adelantado. Y menos con la caballería que pide en las barras de los bares la España del arbitrismo cojonudo, la de las soluciones expeditivas y el 'eso lo arreglo yo en dos patadas'". Así que, quieto Bieito, no te pongas cojonudo que Ignacio te regaña.
La Razón no hace ni caso de la declaración en el Parlamento catalán. "La fortuna oculta de los Pujol procede de comisiones de Barcelona 92". También lleva el editorial a portada y titula con mayúsculas: "INADMISIBLE GOLPE A LA DEMOCRACIA". La gracieta es que dice que "Rajoy advirtió ayer de que llegará al Constitucional para frenar el desafío". ¡Halaaa!, el Constitucional, toma ya. Los secesionistas tiemblan. ¿Qué parte del 'no obedeceremos las leyes del Estado español' no han entendido Rajoy y Marhuenda? "Ya no es suficiente hablar de principios democráticos. Hay que defenderlos de la misma manera que se han defendido en otros momentos de nuestra historia reciente", dice. Venga, Marhuenda, no seas gallina, explicate. ¿Mandando los tanques? ¿Fusilando a Mas? "Estamos ante un desafío que debe afrontarse no desde posiciones ambiguas y tacticistas, sino desde el principio de defensa de nuestra democracia". Ni Rajoy hubiera expresado mejor algo tan vacuo.
La Vanguardia dice que "los soberanistas acuerdan iniciar la ruptura con España". Y en el editorial parece que el conde de Godó se ha asustado. Su criatura Junts pel Sí cobra vida propia. "Vamos a decirlo de manera clara: las cosas no se están haciendo bien". Si la propuesta prospera, "el parlament se situaría al margen del ordenamiento estatal, del cual forma parte, por no decir en una posición de abierto enfrentamiento, que acaso no compartan el grueso de los catalanes que votaron el 27S (...) Se están orillando el amplio consenso social que requiere este tipo de iniciativas, y se está cediendo a una falsa urgencia histórica. CDC parece haber perdido la iniciativa y tiene desconcertado a parte de su electorado tradicional", ahora se dan cuenta. "Las actitudes unilaterales son peligrosas, y sólo arriban a puerto cuando están apoyadas por mayorías muy amplias, que ahora y aquí no se dan". ¿Qué pasa? ¿El Frankenstein de Godó está fuera de control? Quien juega con fuego...