Este jueves ha tenido lugar en Barcelona un juicio en el que Albert Rivera es el principal protagonista, como víctima de amenazas de muerte, las que le lanzó a través de Facebook un individuo en 2011. En julio de ese año el entonces diputado en el Parlamento catalán, que acababa de ser padre, denunció ante los Mossos d'Esquadra la aparición en un muro de la conocida red social de una foto suya y un texto con unas declaraciones recientes, al que añadía: "¿Tardaremos mucho en pegar un tiro en la nuca de este hijo de puta?".
Unas amenazas explícitas que para el fiscal son un simple "calentón verbal" que no supone delito alguno, sino una falta y que, además, ya habría prescrito. Así lo ha asegurado el representante del Ministerio Público en el juicio, que ha quedado visto para sentencia. Durante la vista, el acusado ha pedido perdón por primera vez por su escrito en el muro de Facebook, algo que no había hecho en casi un lustro.
No es la única amenaza que ha recibido Rivera durante su carrera política. Cuatro años antes de los hechos juzgados, en 2007, cuando apenas llevaba un año como diputado, Rivera se encontró en su casa una foto suya con una bala en la frente pintada de rojo. Un hecho por el que dos militantes de la juventudes de ERC serían condenados en 2009 a cárcel y a indemnizar al presidente de Ciudadanos.
Tras la vista celebrada en la Ciudad Condal, Rivera ha asegurado ante los medios que "desde C’s defendemos la libertad y no se pueden aceptar amenazas por cuestiones ideológicas". Rivera ha recordado que está "acostumbrado a la crítica" y "el insulto se puede llegar admitir", pero ha advertido que "las amenazas se han llevado a juicio porque tienen que ser juzgadas" y "sea cual sea su ideología no puede pasar ni en Cataluña ni en España".
Si finalmente hay condena, Albert Rivera donará la indemnización a las Asociación de Víctimas del Terrorismo de Cataluña.