Cataluña ha sido la pesadilla de Pablo Iglesias. Cuartos, pero en empate técnico con los quintos, el Partido Popular, algo que no se esperaban ni en sus peores previsiones. "Malísimo resultado para nosotros", "durísimo" o "altamente decepcionante", han sido algunos de los calificativos que se han escuchado desde la noche de este domingo en boca del propio Pablo Iglesias.
Y tras este primer gran fracaso de Podemos, ¿ahora qué? ¿Qué piensan hacer? ¿Cómo lo van a intentar solucionar? Pues en Podemos lo tienen claro: la prioridad consiste en hacer olvidar lo sucedido en Cataluña a sus potenciales votantes. Tratarán de generar nuevas expectativas con la vista puesta en las elecciones generales, e intentar que cale el mensaje de que la política en Cataluña es un "escosistema distinto", que nada tiene que ver con la española.
Ponen la mirada en las generales
Y esa imagen la quiso mostrar Pablo Iglesias en la rueda de prensa que ofreció este lunes en la sede del partido de la calle Princesa de Madrid. Allí se negó a realizar una valoración de los resultados de manera convencional, para centrar la comparecencia en su batalla para las generales.
Lo primero, fijar su enemigo: Mariano Rajoy. "La cuestión catalana requería responsabilidad democrática y altura de estado y, por desgracia, el presidente del gobierno ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias históricas excepcionales que vive España y Cataluña", afirmó.
Tras ello, adelantó lo que Podemos pretende hacer "si ganan las generales" de diciembre: "Estamos dispuestos a convocar un referéndum en Cataluña, y en ese referéndum, defenderemos un proyecto de país, España, en el que quepa una nación que se llama Cataluña". Iglesias dejó claro que en esa consulta Podemos defenderá el "no" a la independencia o el "sí" a construir un proyecto de país en el que quepa Cataluña, dijo.
Poco después, preguntado por los medios sobre el escenario que se plantea en estos momentos en esa comunidad, Iglesias, recalcó que siempre han estado "disponibles" para conformar una mayoría de izquierdas en Cataluña y dialogar para lograr un Gobierno en el que podrían entenderse con ERC, la CUP y el PSOE, siempre que se deje fuera a Convergencia. Eso sí, Podemos descarta tras los malos resultados que Rabell sea presidente.
Marca
Y aunque Iglesias buscó dejar atrás los posibles fallos en la campaña catalana, no pudo evitar el tema en el turno de preguntas. Renunciar a la marca Podemos en Cataluña fue letal. La unidad popular que triunfó en las municipales fracasó, y una etiqueta tan difusa como Cataluña Sí que es Pot fue error grave.
Aún así, "en materia de confluencia", dijo Iglesias, "nuestra hoja de ruta se mantiene y vamos a la búsqueda de otros aliados" para trasladar el espíritu de la unidad popular como el que apostamos en las municipales en algunos territorios. Eso sí, siempre ya bajo la formulación "Podemos- X".
Preguntado también por la pérdida de escaños de ICV tras unirse a Podemos, Iglesias presumió de que "su presencia ha sido fundamental para salvar el resultado final, ya que ICV estaba fuera de juego en Cataluña".