Las posibilidades de Artur Mas de ser investido presidente de la Generalidad oscilaban entre pocas y menos. El voto en contra de las CUP, basado en el 3% y los recortes sociales, era un escollo insalvable. Se habían retomado las negociaciones entre los partidos de izquierda para desprenderse de Mas y acabar de paso con Convergencia. Nadie daba un duro por el número 4 de la lista de Juntos por el Sí. Sólo en esa plataforma admitían que entre los acuerdos secretos para su constitución figura el de que Mas era el candidato a pesar de figurar por detrás de los "independientes" Romeva, Forcadell y Casals.
Entre los políticos profesionales de la lista, él estaba por delante de Junqueras, de tal manera que entre ellos quedaba establecida una cierta jerarquía. Pero desde el primer momento Romeva y Junqueras tomaron las riendas de la campaña y decidieron ocultar a Mas, manchado por el caso 3%, la corrupción de Pujol, el escándalo del Palau, etcétera, etcétera. Y desde el primer momento también, las CUP anunciaron que no apoyarían la investidura de Mas. Este lunes insistían en su negativa y comenzaba la campaña de presión mediática sobre el partido asambleario para que no hiciera descarrilar el proceso.
En esas, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) parece haber decidido echar un cable a Mas, recordar que se saltó a la torera todas las leyes (lo que entre el separatismo es el único mérito del president) y citarlo a declarar el 15 de octubre, nada menos que cuando se cumplen 75 años del fusilamiento de Companys. Dos días antes habrán pasado por ahí Irene Rigau, la consejera de Enseñanza que abrió los colegios, y la exvicepresidenta Joana Ortega, arrepentida de Unió pero que organizó el referéndum del 9-N.
En Convergencia están a punto de descorchar más cava, habida cuenta de que el momento político de la tardía convocatoria judicial no puede ser más favorable a la causa de Mas, a quien se empezaba a dar por amortizado. Las dudas y dilaciones fiscales y los propios tiempos judiciales, entre otros factores, hacen de Mas un héroe, incluso para las CUP.
La corrupción que llega hasta el cuello del president y afecta por entero al partido que preside también forma parte de un grueso expediente judicial, pero este aún avanza más despacio, mucho más.
Un tribunal a favor
Se da la circunstancia de que el presidente del TJSC, Miguel Ángel Gimeno Jubera, se retira en dos meses. Gimeno se ha caracterizado por sus excelentes relaciones institucionales con la Generalidad y su proximidad a algunas de las tesis nacionalistas, hasta el punto de que en los ambientes judiciales, la citación se ha interpretado directamente como un favor político hacia el "president" en funciones que podría decantar la balanza definitivamente en el pulso con las CUP.