Tal día como el 13 de agosto de 1940, el presidente de la Generalidad en el exilio, Lluís Companys, era detenido en la Francia ocupada por los nazis. Sería fusilado el 15 de octubre de ese mismo año en el castillo de Montjuich. Y al actual presidente de la Generalidad, en vacaciones, no se le pasó por alto la efeméride y redactó un artículo al efecto para publicar este jueves en el diario francés Liberátion. Un éxito en el "frente internacional" del proceso separatista, donde Mas está acostumbrado a los chascos más absolutos.
La prensa catalana, a pesar de que ha pasado por alto la efeméride, celebra el tanto periodístico de Mas por encima del contenido del texto, en el que el president acentúa la época de la República para equiparse con el fusilado. Según su sucesor, el presidente mártir "luchó y murió por defender las instituciones catalanas", pero no sólo contra la rebelión fascista del general Franco, sino también contra un Gobierno español poco respetuoso con la identidad y las instituciones catalanas". Alude a la proclamación del "Estado catalán dentro de la República Federal Española", la balconada de Companys contra la República por la que fue detenido, juzgado por el Tribunal de Garantías Constitucionales y encarcelado por rebelión.
Según Mas, a pesar del paralelismo, "afortunadamente, la situación no puede compararse con la de ahora". Ahora bien, subraya, el gobierno de Companys era "joven y débil ante adversarios muy poderosos" y en la actualidad "el Gobierno de Cataluña se ha convertido en una institución sólida, consolidada y estable". Además, algo no ha cambiado: "La voluntad de existir de los catalanes sigue tan viva como entonces". Mas se reclama heredero del legado Companys. Pujol es una anécdota. A fin de cuentas, escribe, sólo ha habido cinco presidentes entre Companys y él.