La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no acudirá a la festividad de la Virgen de la Paloma, la 'patrona popular' de la capital, que se celebra cada 15 de agosto, tal y como ha comentado ella misma este jueves en rueda de prensa.
Carmena será la primera alcaldesa del Consistorio de la capital que no acudirá a las festividades aunque sí estará el concejal de Salud Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, debido al destacado papel de los bomberos en esta celebración.
La alcaldesa ha destacado que ya tenía comprometida su asistencia a una cabalgata que celebra la comunidad ecuatoriana con motivo de su fiesta nacional, un evento "bonito" que muestra la "diversidad" que existe en la ciudad, y que también tenida comprometida con su familia dedicar esa semana a vacaciones.
Desde 2003 solo se han producido dos ausencias de regidores en la misa de la Paloma. Una ocasión fue en 2004, cuando Alberto Ruiz-Gallardón defendía la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos, y en 2008, por la misma razón. En estas dos ocasiones acudió el teniente de alcalde, Manuel Cobo.
La parroquia de la Paloma y San Pedro el Real se prepara ya para la celebración de la Virgen de la Paloma, y lo hará con una solemne Novena en su honor desde este jueves hasta el viernes 14 de agosto, según ha informado la archidiócesis en un comunicado.
La celebración, organizada por la Real Congregación de La Paloma será predicada por Gabriel Benedicto, que es el párroco de La Paloma. La celebración comenzará cada día a las 19:30 con el rezo del Santo Rosario, seguido de la predicación y la eucaristía.
Durante la Misa del 13 de agosto, jueves, se impondrán las medallas de la Congregación a los nuevos congregantes. El viernes, 14 de agosto, la parroquia permanecerá abierta ininterrumpidamente durante toda la jornada, desde las 9:00 hasta las 00:00 horas. Por la noche, se realizará una Vigilia de Oración, además de la tradicional ofrenda floral en honor a la Virgen de la Paloma, que tendrá lugar durante la Misa de las 20:00 horas. Las flores, tanto claveles como rosas, se recibirán en la Iglesia a partir del día 13.
La Hermandad de Bomberos de la Virgen de la Paloma de Madrid ha considerado que este año debía distinguirse con la Paloma de Bronce de La Virgen de la Paloma, "por su destacada trayectoria profesional así como por su intervención indispensable en siniestros relevantes de nuestra ciudad, acaecidos durante el año 2014", a Norberto Martínez, suboficial jubilado del cuerpo de bomberos y fundador de la Hermandad de bomberos; a la Real, Muy Ilustre, Venerable y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón y María Santísimas de la Paloma de Málaga; y a Antonio López, pintor realista. La entrega de la Paloma de Bronce se hará el sábado 15 de agosto.
La fiesta de la Virgen de la Paloma tiene una gran tradición en Madrid. Hasta 1936 se sacaba a la Virgen en una carroza de la Cofradía Sacramental de San Isidro. A partir de 1939, se empezó a transportar en un coche de bomberos, adornado con mantones de Manila, y, desde entonces, los bomberos se encargan de bajar y subir el cuadro durante la procesión, escoltándolo por todo el recorrido. En 1956 se mandó construir la carroza actual, que fue costeada por suscripción popular, y a la que se han hecho algunos arreglos desde entonces.
El lienzo con la efigie de la Virgen de la Soledad fue encontrado en 1787 en un corral que había en la calle de la Paloma número 21 y que pertenecía a las monjas de San Juan de la Penitencia de Alcalá de Henares. El doctor Luis Vicente Delgado, cura párroco de San Andrés, en un informe redactado cinco años más tarde, cuenta que una de sus feligresas, Andrea Isabel Tintero, había recogido esta efigie que unos muchachos arrastraban por el suelo.
Esta circunstancia excitó su devoción y la estimuló a colocarla en el portal de su casa, en la calle de la Paloma, con alguna veneración, encendiendo una lámpara en su culto. Debido a los prodigios y maravillas que obró la Virgen de la Soledad y la afluencia de devotos que acudían a orar a la casa de Andrea Isabel Tintero, el procurador de los Consejos Reales, Manuel García Navas, pidió que se construyera una capilla. Se erigió así en 1796, en el corral donde se había encontrado el lienzo, pero después se levantó otro templo más grande en 1912.