Nadie da un duro por CiU. Mas se presentará bajo otras siglas. Ni siquiera las de CDC. Encabezará una candidatura presidencialista con la independencia como promesa electoral. Habrá gente del partido e incluso los críticos de Unió, así como independientes. Todo esto se da por descontado e incluso se aventura la expulsión de los tres consejeros de Duran del gobierno de la Generalidad, la vicepresidenta Joana Ortega, imputada por el 9-N, el consejero de los Mossos, Ramon Espadaler, y el de Agricultura, Josep Maria Pelegrí. Su fidelidad a Duran y la ruptura de CiU harían inviable el ejecutivo de coalición.
Duran se reúne con su dirección para debatir el modo en el que se rechazará este miércoles el ultimátum de Mas sobre la "hoja de ruta" separatista. En medio de las convulsiones, un vídeo circula en los ambientes políticos catalanes. Se trata de Felip Puig, el consejero de Industria y uno de los hombres del president con puesto seguro en su lista, a los mandos de un simulador de motocicleta. No hay retoques. La versión reducida pertenece a una noticia emitida por las televisiones locales de la Diputación de Barcelona el pasado 16 de mayo, en plena campaña electoral. Puig acompañaba a un candidato en la visita a una fábrica en Manlleu, un acto de cara a los medios municipales. La noticia recogía el paseo y la caída de Puig, así como su asombrada y asombrosa mirada y se puede contemplar íntegra aquí.
Los comentarios que acompañan la difusión por whatsapp del fragmento de Puig en el simulador inciden en el valor simbólico del documento videográfico en relación al momento terminal de CiU.