La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha indicado en varios mítines y ruedas de prensa durante la campaña que una de sus medidas urgentes, nada más llegar a la alcaldía, iba a ser "garantizar las necesidades básicas de los menores, singularmente las alimentarias, durante todos los períodos vacacionales escolares". El problema es que esta promesa, anunciada como un plan urgente para ayudar a los hogares sin ingresos no es nueva, ya que antes lo había "garantizado" Ana Botella.
De hecho, Carmena ha reconocido que va a continuar con el servicio de comidas a domicilio que inició el Gobierno de Botella el año pasado para atender en verano a niños en riesgo porque, según ha explicado la nueva alcaldesa, no "llegan a tiempo" a desarrollar su propuesta de abrir los comedores escolares.
"Se va a hacer por catering a las familias", ha explicado Carmena en una entrevista con Europa Press, donde ha detallado que es una medida que se estudió con el Ayuntamiento saliente. Esto quiere decir que durante la campaña, Carmena anunció como suyo y como novedad algo que sabía que ya existía.
La nueva alcaldesa reconoce en esta entrevista que han colaborado con ellos "viendo las posibilidades reales de abrir los colegios o no". Sobre esto último, ha admitido que no llegan "a tiempo" y que "se volverá a estudiar más adelante".
El plan de Botella, mejor
Además, Carmena ha reconocido que la medida de Botella tiene aspectos positivos que no estaban en la que había planteado Ahora Madrid: "Llevar a cabo los catering a las propias familias quizá sea menos estigmatizante" que tener que ir los niños a los colegios. A partir de esto, lo que quieren hacer es crear unas bases de datos "para saber cuántos niños en Madrid necesitan suplemento alimenticio y cuál es el nivel de la malnutrición".
Para ello dice que se van a hacer unas "encuestas personalizadas" a cada una de las familias donde se pueda ver "qué es lo que comen los niños" y hacer determinados reconocimientos médicos de carácter "coyuntural" a algunos niños que "sean emblemáticos" para saber cuál es la situación. El fin es poder conocer el número exacto de niños que están en esta situación. "Estoy deseando saber esa cifra", ha reconocido.
El momento en el que realizarán las "encuestas sociales" será en el reparto de los menús para las comidas y las cenas. Después de conocer los datos concretos de los niños, se pasarán a los ancianos, porque les consta "que tienen muchas deficiencias alimentarias" y a partir de ahí, hacer programas de mejora de nutrición.
Precisamente, sobre un tema que afecta a los mayores, la teleasistencia, ha sido preguntada Carmena. En concreto, por el tema del copago en este servicio del que se ha desvinculado. "No nos corresponde a nosotros ese copago", ha explicado Carmena, quien ha indicado que "no se puede generalizar porque hay personas con un nivel de renta que pueden pagarlo y otras que no".
2.000 menores atendidos
Después de que la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, alertara el año pasado de la necesidad de abrir los comedores escolares, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha un servicio gratuito de comida a domicilio a niños con dificultad para cubrir sus necesidades básicas.
Este servicio, según informó el Gobierno local, atendió a 2.071 menores entre el 15 de junio y el 31 de agosto del año pasado, respondiendo así al cálculo inicial que se habían hecho en Servicios Sociales, donde preveían unas cien plazas por distrito.
Además, el verano pasado también hubo 400 niños que acudieron de forma gratuita a las plazas de los campamentos de verano de inglés, en los que podían tener almuerzos y comidas en periodo estival. Asimismo, se ofrecieron las ayudas económicas de emergencia social o especial necesidad.
A eso se sumaron las 2.534 plazas gratuitas para niños en campamentos organizados por los servicios sociales y culturales de los distritos, los 634 niños que participaron en Centros Abiertos en Inglés y los contratos administrativos de Comida a Domicilio que estaban adjudicados o en proceso en los 21 distritos.