Comprendiendo Podemos. Con este título, Pablo Iglesias publicó hace un mes un artículo en New Left Review que está haciendo mucho ruido en las últimas horas. El Confidencial habla incluso de "revolución" en la City londinense, donde los banqueros y analistas se pasan el documento, y tratan de adivinar cuál es la estrategia del nuevo chico de moda en la política europea, especialmente ahora cuando, tras los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, se han disparado las expectativas de Podemos para los comicios del próximo mes de noviembre.
Un interesante artículo en el que Iglesias hace un análisis de primera mano, como no podía ser de otra manera, del surgimiento de Podemos, de sus raíces ideológicas y de cómo una formación como la suya, sin apenas implantación territorial ni estructura organizativa hace apenas un año ha conseguido situarse al frente de las encuestas. Si alguien quiere conocer la hoja de ruta de Iglesias hacia el poder, hay pocos documentos que le vayan a ayudar tanto como éste.
Y en este sentido, destaca especialmente la última parte del ensayo, titulada Shifting ground, (algo así como "terrenos movedizos") en la que Iglesias comenta el escenario al que se enfrenta su formación en 2015 y las dificultades a las que tendrá que hacer frente tras las elecciones locales y los pactos que previsiblemente haya que adoptar (hay que apuntar que el artículo fue escrito antes del 24-M). Pues bien, el líder de Podemos admite abiertamente que su objetivo a corto plazo no reside tanto en ganar las próximas elecciones como en cambiar el tablero de juego y conseguir que su formación sea hegemónica en la izquierda. Vamos, que como primer paso en su asalto al poder (o a los cielos, como él dice) se fija el arrinconamiento del PSOE y el sorpasso por parte de Podemos:
"El reto más importante al que nos enfrentamos son las Elecciones Generales de noviembre. Tenemos que trabajar hacia un plebiscito que simplifique las opciones políticas dentro de una elección entre el PP y Podemos", dice Iglesias.
Cambiar el panorama político
Por si quedaba alguna duda, Iglesias deja claro que la meta no es tanto ganar las elecciones, algo que no descarta, como cambiar el panorama político en España. En estos días de negociaciones y pactos, no estaría de más que Pedro Sánchez o Antonio Miguel Carmona, por ejemplo, leyesen lo que dice el que parece que será su principal pareja de baile:
"Nuestro objetivo vital este año es sobrepasar al PSOE, una pre-condición esencial para el cambio político en España, incluso si no conseguimos dejar atrás al PP. La hipótesis de que los socialistas darán un giro de 180º y rechazarán las políticas de austeridad, lo que haría posible que pudiéramos llegar a un acuerdo con ellos, sólo entrará en juego si efectivamente les pasamos. En este caso, el PSOE aceptará el liderazgo de Podemos o cometerá un suicidio político aceptando el del PP".
El problema para los socialistas, según el análisis de Iglesias, es que su única opción parece ser la irrelevancia, bien de la mano de Podemos o del PP:
"Podemos ver una serie de grandes coaliciones a nivel regional entre el PP y el PSOE, lo que reforzaría a Podemos como principal partido de la oposición, aunque sería desastroso para España. Para los socialistas, esto implicaría la pasokización del partido".
"Para Podemos, será importante jugar un rol importante en los gobiernos regionales y mantener al PP fuera de los mismos. Pero lo más importante de todo es llegar a las elecciones generales en la posición más fuerte posible (…) [Tras las elecciones autonómicas] enfrentaremos contradicciones que podrían socavar nuestro objetivo fundamental: llegar a las Elecciones Generales con las mejores esperanzas de redefinir el campo de juego político en España".
El principal partido de la izquierda
No se puede decir que todo esto sea algo nuevo en el discurso del líder de Podemos. Durante toda la campaña de las elecciones autonómicas y municipales. Pablo Iglesias dejó clara esa voluntad de acabar con el PSOE en varios mitines en los que afirmó que Podemos era la alternativa a un partido socialista que había perdido su "esencia".
"Yo sé muy bien lo que significa la palabra socialista y no me llamo Pablo Iglesias por casualidad", decía el líder de Podemos en aquellos momentos intentando recabar el "voto de los socialistas de corazón".
"Vengo de una familia socialista y si han dejado el hueco libre estamos orgullosos de ocuparlo", anunció Iglesias. "Adiós a los que dejaron de ser socialistas, para nosotros es un orgullo estar ahí", continuó.
"Nosotros somos el pueblo y venimos del pueblo, no nos vamos a equivocar, no vamos a dar un paso atrás", llegó a decir Iglesias durante esa campaña.
Un objetivo que ya ha conseguido en Madrid. Manuela Carmena se ha convertido en la alternativa al PP en la izquierda, y eso es lo que el partido morado busca en el resto de territorios, convertirse en la referencia y en el principal partido de la izquierda española.