No ha trascendido de momento la cara de la juez Beatriz Balfagón, al cargo del juzgado número 31 de Barcelona, durante la declaración, de aproximadamente dos horas, de Jordi Pujol Ferrusola, más conocido como Pujol Júnior, el "dinamizador" económico con trece coches de lujo por él mismo prolijamente descritos en el parlamento catalán. Allí se negó a aclarar nada relacionado con el "legado" oculto en el extranjero de la familia Pujol en atención a la juez con la que tenía fijada una cita este 26 de marzo.
Su padre, su madre y todos sus hermanos, salvo Mireia, que no habló, lo señalaron como el gestor de los fondos tras la muerte de Joaquim Pujol i Figa, segundo testaferro una vez fallecido Delfí Mateu. Además, él, Jordi Pujol Ferrusola, admite ser el responsable máximo. Su padre no quería saber nada y a sus hermanos se les informó cuando todas las "láminas" habían vencido, en el año 2000. De 140 millones de pesetas en dólares que había dejado el abuelo Florenci por si a su hijo no le iba bien en política en 1980 se había pasado a ocho millones de euros en el año 2000, una rentabilidad que el fiscal tachó de "escandalosa".
¿Cómo lo consiguió? El relato en sede judicial es digno del que hizo en el parlamento, entre la sobreactuación y la ausencia de argumentos consistentes o documentos, papeles y registros que verifiquen sus versiones de los hechos. El dinero oculto primero fue una herencia, después, un legado, y ahora se ha convertido en un extraño producto llamado "láminas financieras de titularidad opaca" depositadas en la Banca Reig, de la que nació Andbank (la intervenida es la Banca Privada de Andorra, en cuya filial madrileña también ingresaron dinero los Pujol).
El tema era un chollo, ha explicado Pujol Júnior, si bien no con ese calificativo, de la Banca Reig consistente en algo así como unos "bonos al portador avalados por fondos de inversión de países como Estados Unidos, Alemania, Finlandia y España", según depuso. Una cosa "opaca", insistió en varias ocasiones Pujol Júnior, en la que ni el banco ni las autoridades financieras llegaban a saber quién o quiénes eran los titulares.
De lo que serían 844.000 euros en 1980 se había pasado a ocho millones en el año 2000 que se repartieron en ocho partes iguales, un millón para la madre y un millón por hijo. El hijo mayor del patriarca del catalanismo se limitó a dejar que vencieran los "bonos" mientras el dinero crecía de una forma prodigiosa. A partir de ahí, no sabe qué hizo cada uno con lo suyo.
Ante la juez dijo este Pujol que en 1990 recibió una llamada de su tío segundo Joaquim Pujol i Figa, primo de su padre, en la que le comunicó que recibiría otra llamada de la Banca Reig en pocos días. Así sucedió. Tenían a su disposición un fondo que se decidió invertir en el mágico producto denominado "láminas financieras".
Otra vez sin papeles
¿Papeles? Ninguno. A la altura del padre. Según Jordi Pujol Ferrusola estarán en algún armario de la Banca Reig. La jueza Balfagón emitió la semana pasada una comisión rogatoria al Gobierno de Andorra para pedir los movimientos bancarios de Marta Ferrusola, Marta Pujol Ferrusola, Pere Pujol Ferrusola y Mireia Pujol Ferrusola tanto en Andank como en la Banca Privada de Andorra. La juez cree que el "legado", más allá de su enorme rentabilidad, estaría vinculado a un circuito financiero dedicado a disimular "abusos en la alta función pública desempeñada por Jordi Pujol". Su requerimiento lleva el membrete de máxima urgencia.
En cuanto a los últimos problemas de salud de Jordi Pujol Ferrusola llegó conduciendo su moto y entró en las dependencias judiciales con casco. A la salida, y a cara descubierta, se le vio aparentemente recuperado del ojo morado.