Como adelantó Libertad Digital, el primer teniente de alcalde de Sanlúcar de Barrameda, Juan Marín, líder del partido Ciudadanos Independientes de Sanlúcar (CIS) que gobierna con el PSOE desde 2007, se perfila como el candidato de Ciudadanos a las elecciones andaluzas del próximo 22 de marzo. Tras aprobar el sábado el Consejo General de la formación la concurrencia a esos comicios y a las autonómicas y municipales de mayo en más de quinientos municipios, el propio Marín anunció su intención de presentarse a las primarias que se celebrarán el viernes de esta semana, para las que aún no tiene rival.
Marín, un hombre que presume de venir de la sociedad civil y de participar en asociaciones deportivas y comerciales desde los doce años de edad, permaneció desvinculado de Ciudadanos hasta 2011 e incluso, según propia confesión, pensaba que Albert Rivera, ya para entonces en su segunda legislatura en el Parlament, era el líder de una formación "independentista", equívoco que atribuye a la "distancia" entre su Cádiz natal y Barcelona. En realidad fue Ciudadanos quien a final de ese 2011 llamó a su puerta, cuando Marín y su partido CIS habían revalidado los tres concejales con los que en 2007 irrumpieron en el Ayuntamiento de Sanlúcar, donde desde entonces gobiernan en coalición con el PSOE. En los últimos tres años la colaboración se ha intensificado para apuntalar la estructura andaluza de Ciudadanos.
En el terreno ideológico-político, al margen del aserto realizado por Marín en la escuela de verano de Ciudadanos en 2013 de que un partido puede prescindir "de programa e ideología" para concurrir a unas elecciones, el casi seguro candidato andaluz de Andalucía se aferra a las señas de identidad del andalucismo, como quedó de manifiesto hace un año, el 18 de enero de 2014, en la exitosa presentación de Movimiento Ciudadano en Sevilla. Durante su intervención se dirigió a Albert Rivera, hijo de malagueña, para dejarle claro que "Andalucía es diferente", y a continuación esbozar un discurso en el que, apoyado en la letra de un pasodoble del carnaval de 1998, obra de Antonio Martínez Ares, habló de una tierra "por la que ha pasado todo el mundo" y añadió: "Aquí hemos aprendido a tener una gran diversidad de culturas, y también a protegernos de los invasores". Un discurso que, sustituyendo Andalucía por Cataluña, sería impensable escuchar de boca de Rivera o cualquiera de los nueve diputados autonómicos de Ciudadanos.