Las crónicas periodísticas sobre las comisiones que se celebran en el Congreso de los Diputados suelen versar, como es lógico, sobre los temas más candentes de la actualidad. Esto hace que en muchas ocasiones las palabras de ministros, secretarios de Estado o portavoces de los principales partidos tapen algunas anécdotas y declaraciones más que curiosas de otros grupos parlamentarios o de comisiones sin un gran tema protagonista.
Una de estas cosas curiosas es la extraña inquina que los diputados de CiU tienen hacia el caza polivalente Eurofighter Typhoon, uno de los programas estrella de la modernización de las Fuerzas Armadas en las últimas décadas y uno de los aviones de combate más avanzados tecnológicamente que hay en el mercado. Precisamente, de ser un aparato puntero tecnológicamente viene la inquina nacionalista.
El último ejemplo de ello ocurrió el pasado 26 de noviembre durante el debate de una proposición no de ley de UPyD en la Comisión de Defensa sobre la necesidad de encargar una nueva auditoría de los Programas Especiales de Armamento (PEAs), surgidos en los noventa para modernizar las Fuerzas Armadas. Y el encargado de criticar la adquisión de los Eurofighter Typhoon fue el portavoz adjunto de CiU en esta comisión, Feliu-Joan Guillaumes.
"Nosotros tenemos cierta legitimidad, sin ninguna excepción hemos apoyado todas las misiones exteriores que se ha pedido desde cualquier Gobierno que ha dirigido el Estado español en todos estos años, nunca hemos hecho antimilitarismo barato ni pacifismo de salón, pero hay muchas cosas en los Programas Especiales de Armamento que francamente no nos gustan, no entendemos o alguien nos lo tendrá que explicar muy bien", inició su intervención el diputado nacionalista.
"No entendemos por qué necesitamos 85 Eurofighter, honestamente no sé para qué los vamos a utilizar, excepto que el ministro de Exteriores y de Defensa nos oculten algo sobre los extraterrestres que nosotros no sabemos, porque obviamente, ya no voy a citar vecinos directamente con los que podríamos tener algún conflicto, pero uno solo de estos Eurofighter se come sus 16 F-16 -en alusión a Marruecos-, valga la redundancia, se los come con patatas", continuaba.
"No sé para qué necesitamos, honradamente, 85 Eurofighter, ya digo, a menos que haya algo que se nos escape, muy lejos de lo que serían explicaciones racionales. Por tanto, suponemos que deben obedecer a otros motivos", concluyó su intervención el parlamentario nacionalista.
En parecidos términos ya se había expresado este mismo parlamentario en esta misma comisión el 23 de mayo de 2013, durante su intervención en la comparecencia del secretario de Estado de Defensa, Pedro Arguelles, para hablar de los PEAs, exactamente, de cómo se encontraban los compromisos de pago que tendrá hacer frente el Ministerio tras las últimas renegociaciones con las empresas del sector.
"Los americanos, como usted sabe mucho mejor que yo, han dejado de construir el F-22. ¿Y por qué han dejado de construir el F-22 los americanos? Porque un día miraron hacia atrás y vieron que no había nada remotamente que se pudiera enfrentar a esta máquina que nosotros hemos creado. Por lógica han tenido que dejar de construir los F-22 sencillamente porque estaban construyendo un aparato que no tenía adversario y no tenía sentido construirlo", inició entonces su intervención.
"Aquí hemos estirado más el brazo que la manga. Entiendo que el Eurofighter es ciertamente una apuesta tecnológica interesante, importante, pero, ¿contra quién vamos a usarlo? Porque como no sea para declarar la guerra a Estados Unidos... El Eurofighter simplemente no tiene enemigos. Supongo que no será para los catorce o quince F-16 que tiene programado comprar Marruecos, a menos que se pretenda derribarlos nada más despegar de Rota, pues el Eurofighter sería muy capaz de derribar estos F-16 tan solo despegando de Rota y de paso podría alcanzar también el Palacio Real de Marruecos sin ningún tipo problema", continuaba.
"¿Para qué hemos comprado el Eurofighter? Repito, entiendo la apuesta tecnológica pero, insisto, los americanos han dejado de construir su F-22, que era algo mejor, pero tampoco tanto, que nuestro Eurofighter", concluía el parlamentario nacionalista, que no se dio cuenta de su error al ubicar Eurofighter Typhoon en Rota, una base naval en la que no hay cazas de combate del Ejército del Aire.