La terrorista de ETA Josefa Mercedes Ernaga Esnoz ha abandonado este miércoles la prisión de Jaén donde se encontraba internada después de que se haya aprobado su puesta en libertad. La etarra, que se ha beneficiado de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la doctrina Parot, tan sólo ha cumplido 27 años de prisión de los más de 2.000 años a los que fue condenada por los tribunales.
Natural de la pequeña localidad navarra de Mezquíriz, fue detenida en Barcelona el 5 de septiembre de 1987 cuando formaba parte del sangriento grupo de ETA que llevaba el nombre de la capital catalana, y que apenas unos meses antes, en el mes de junio de ese año, había abandonado un vehículo con veintisiete kilos de amonal y doscientos litros de líquidos incendiarios que hicieron explotar el aparcamiento del centro comercial Hipercor, causando 21 fallecidos y 46 heridos.
Junto a sus compañeros del grupo Barcelona de ETA, Domingo Troitiño Arranz y Rafael Caride Simón, y siguiendo las órdenes del por entonces jefe de los pistoleros de la banda terrorista, Santiago Arróspide Santi Potros, también llevaron a cabo el asesinato de un agente de policía, una agente de la Guardia Civil y un civil, además de colocar varias bombas junto a empresas que no causaron víctimas mortales.
Josefa Mercedes Ernaga Esnoz también fue condenada en los tribunales por los atentados terroristas que cometió cuando formaba parte de la estructura de ETA en Navarra, antes recibir las órdenes de la banda de integrarse en el grupo Barcelona. Entre esos atentados por los que fue sentenciada estaba el intento de asesinato del director de Diario de Navarra, José Javier Uranga Santesteban, que quedó gravemente herido.