En su escrito, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach pide una condena de 19 años y 6 meses de prisión para Iñaki Urdangarin por el caso Nóos y que pague 3,5 millones de euros de multa por el desvío de fondos públicos mediante varios presuntos delitos de corrupción, fraude fiscal y blanqueo.
En el escrito de calificación de 576 páginas que ha entregado hoy aljuez José Castro, el fiscal solicita que se juzgue por el caso Nóos a catorce personas, empezando por los dos principales socios del Instituto Nóos, Urdangarin y Diego Torres; la esposa del segundo, Ana María Tejeiro, responsable de personal de la entidad, y un hermano de ésta, Marco Antonio Tejeiro, que fue contable.
Para Urdangarin 6 años de cárcel por malversación en concurso medial con delitos continuados de prevaricación y falsedad en documentos público y mercantil; 2 por fraude a la administración; 3,5 por estafa en concurso con falsedad; 6 por delitos contra Hacienda y 2 por blanqueo.
Para Torres, Horrach pide 16 años y medio por urdir la trama y liderarla. También por eludir los requisitos exigidos por la normativa de la contratación pública y desviar así 6,2 millones de euros de las arcas de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid.
Se trata de las dos principales peticiones de pena que el fiscal Pedro Horrach incluye en su escrito de acusación. El representante del Ministerio Público desgrana los mecanismos con los que Urdangarin y Torres pusieron en marcha una estructura "hueca de contenido real" y urdieron "una maraña de facturación ficticia" para apoderarse del dinero público. Y para ello utilizaron el Instituto Nóos, al que manejaron "a su antojo" junto a otras mercantiles de su propiedad para que "operasen al servicio de sus intereses comerciales" y desviar así los fondos públicos obtenidos.
"La estructura urdida responde escrupulosamente, en fin, a una unidad de intereses, abusando de las ventajas que la personificación jurídica ofrece a los individuos. Las sociedades utilizadas carecen de vida propia, no constituyen organizaciones empresariales diferenciadas o autónomas, no tienen una actividad que pueda tildarse de continua o estable, y menos todavía puede sostenerse que gocen de independencia de patrimonios o de responsabilidad", detalla el Ministerio Público.
El fiscal relata como "los dos líderes indiscutibles del instituto Nóos eran Iñaki Urdangarín y Diego Torres quienes únicamente delegaban tareas colaterales y quienes controlaban de forma personal y exclusiva el área laboral, financiera y los proyectos de la asociación".
Urdangarín, el "gancho ideal" de Nóos
Horrach señala que lo que vendían el duque de Palma y su exsocio "no era más que humo" y que "tenía como objetivo generar confianza en los interlocutores y potenciales clientes, aparentando solidez científica y técnica. Reforzaba dicha confianza el simular la apariencia de una especie de ONG dedicada a fines sociales altruistas".
"La presencia de Urdangarín era pues decisiva. El gancho ideal para obtener clientes y aumentar notoriamente los honorarios", explica el fiscal Anticorrupción quien añade que Torres era quien ejercía "un absoluto control sobre todos los ámbitos de la actividad" del entramado urdido en torno al Instituto Nóos, a través del cual lograron apoderarse de hasta 6,2 millones de euros.
En su escrito, el fiscal Horrach detalla de forma pormenorizada cómo sus entidades se hicieron con los 1,2 millones de euros que costó el convenio para la celebración del primer Illes Balears Forum (2005); los 1,085 millones del segundo (2006); los 54.520 euros pagados a Nóos por el Govern balear para el seguimiento de la repercusión del equipo ciclista Illes Balears - Banesto; los 174.000 que pagó la fundación pública Illesport por la creación de la oficina del proyecto de este equipo deportivo; y los 116.566 del Ibatur por la elaboración de material promocional del Illes Balears, informa Europa Press.
Asimismo, despliega las supuestas irregularidades que rodearon al pago de 1.044.000 millones de euros públicos por cada una de las tres ediciones llevadas a cabo del evento Valencia Summit, y al de 382.000 euros que percibió Nóos por la celebración de unos Juegos Europeos que nunca tuvieron lugar. Finalmente, detalla en su escrito cómo el Instituto presidido por Urdangarin cobró 114.000 euros de la Fundación Madrid 16 para preparar la candidatura olímpica de la capital en 2016, trabajos que finalmente no se llevaron a cabo.