Tania Sánchez, novia de Pablo Iglesias y diputada de IU por Madrid, era una completa desconocida hasta que el líder de Podemos se convirtió en un fenómeno social. Desde entonces, acude con asiduidad a las tertulias de la tele. Ella se siente molesta porque la gente la vincule con su pareja. Cree que su salto a la fama y su meteórico ascenso en IU -podría ser candidata por este grupo en las próximas elecciones autonómicas- se deben a sus propios méritos.
En una entrevista en El País, Tania Sánchez habló de la relación de IU con Podemos. "Pablo y yo no negociamos nada en casa sobre nuestras fuerzas políticas. Si IU decide abrir conversaciones con Podemos decidirá unos interlocutores y una posición, pero hoy por hoy no es el caso. Yo voy a ser candidata de IU si gano unas primarias. Si se da un proceso de convergencia yo no tengo duda de que habrá otro proceso de designación participado de primarias. Por lo tanto, yo seré la candidata de la gente que decida votarme. Sea en el marco de IU o en un proceso de convergencia. Pero no voy a ser la candidata de mi novio", anunció.
La novia de Pablo Iglesias aclaró que ella y su novio son dos personas diferentes. "Se parte de la premisa de que no se puede establecer una relación de respeto mutuo en el que cada uno participe de proyectos políticos distintos. Es una lástima que se tenga una concepción de las relaciones de pareja en la que una de las partes se somete a la voluntad del otro", dice como si su situación le pasara a todo el mundo.
"Pablo tiene su proyecto político y yo el mío. Yo respeto su posición y él la mía. Compartimos una vida en común, pero tenemos vidas separadas. No somos la misma persona ni tenemos un pensamiento único. Por más veces que diga que soy de IU se sigue dudando de mis vinculaciones con Podemos. Me puedo tatuar 'Izquierda Unida' en el hombro… No sé qué más puedo hacer. En las europeas, cuando Pablo ya era el candidato de una fuerza distinta a la mía, debí ser la que más campaña hice por IU por todo el país sin ir en las listas". Eso fue antes de que Pablo Iglesias se hiciera famoso y no tuvo ninguna trascendencia pública.