Antoni Morral, el número tres de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), fue interrogado el jueves por la Policía. Morral precisó de asistencia letrada puesto que la Fiscalía investiga dos presuntas adjudicaciones irregulares en sus tiempos de alcalde de Cerdanyola, localidad del cinturón de Barcelona en la que fue primer edil entre 2003 y 2011.
En calidad de secretario y tras Carme Forcadell y Jaume Marfany, presidenta y vicepresidente de la organización separatista, Morral es considerado como uno de los dirigentes más radicales de la ANC. Aún así, tiene una fuerte contestación interna por su militancia en Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV), el partido más tibio del frente separatista, y porque durante sus tiempos de alcalde "ecosocialista" no se distinguió precisamente por sus criterios medioambientales.
La construcción de cuatro mil viviendas en plena burbuja inmboliaria fue uno de sus proyectos estrella, así como el favorecimiento de las actividades de vertederos y almacenes de residuos, según denunciaron en su momento agrupaciones vecinales y de afectados. Al perder el apoyo de CiU tuvo que dejar la alcaldía, pero pronto encontró acomodo en la ANC.
La Fiscalía, según informa Efe este viernes, ha abierto una investigación sobre la concesión municipal en 2008 de la gestión y explotación de la piscina de Montflorit y de la explotación del Centro Deportivo Altís.
Dadas las características de la investigación, la ANC se ha abstenido de utilizar propagandísticamente el trámite policial al que se vio sometido su número tres en vísperas del referéndum ilegal del 9-N.
Además de funcionarios y comisarios lingüísticos, la ANC está formada por "delegados" de los partidos, desde Unió hasta Esquerra (en la que milita Carme Forcadell y de la que fue concejal por Sabadell) y desde las CUP a Iniciativa per Catalunya. También hay alcaldes y concejales socialistas inscritos en la Asamblea.