Ambiente de funeral hoy en el Congreso en un pleno sobre la cumbre europea. Los portavoces tenían ganas de desahogar su desolación por los últimos casos de corrupción que han saltado esta semana.
Resaltar la intervención del portavoz de Izquierda Plural, Cayo Lara, que tras mostrar su sorpresa porque Ana Mato no haya sido destituida por el ébola y poner a Cuba como ejemplo "de solidaridad" con el ébola en África, se centró en la corrupción del PP y se puso ocurrente.
"Le salen más corruptos que cuestas hay en Toledo. Van a tener que llevarse la sede del PP a la Audiencia Nacional", dijo chistoso. "Los ciudadanos no se merecen seguir aguantando esta lacra, esta basura que es la corrupción. Por mucho que se les llene la boca de regeneración, les falta credibilidad".
Los ciudadanos están "hasta los mismísimos" de ver cómo "algunos" se lo están llevando "crudo", cómo se ha "dilapidado" el dinero público y cómo unos "sinvergüenzas" se están "enriqueciendo" a costa de los demás.
"La gente ya no aguanta más porque está más que indignada de ver cómo se les explota y se les exigen sacrificios mientras otros viven a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho", ha enfatizado el líder de la federación de izquierdas, quien le ha echado en cara que "un puñado grande" de ellos, "una 'jartá'", sean del PP.
Lara recordó a Rajoy el SMS que envió a Bárcenas, el famoso "Luis aguanta", el mitin en Valencia con Francisco Camps -"Paco, estamos contigo"-. Se acordó de Gürtel, del Palau, de Pallerols, incluso de los ERE y la UGT, así que la cosa debe ser seria. "En España los casos de corrupción salen como setas", dijo.
Propuso a Rajoy "un pleno monográfico sobre la corrupción para que vea dónde llega el problema" y le pidió que "deje de mirar para otro lado y se enfrente de una vez a la corrupción". Y que emule a Estanislao Figueras, reúna a su comité ejecutivo "y diga ' Señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros', dimita, disuelva las cámaras y convoque elecciones". Claro que esto no es nuevo en Cayo Lara, que lleva pidiendo a Rajoy que convoque elecciones -por diversas razones- desde el día después de su investidura.
Estanislao Figueras fue el primer presidente de la Primera República española, que duró desde febrero de 1873 hasta diciembre de 1874. En una situación de caos económico, político y social, intentonas de golpes de Estado y problemas con Cataluña, reunió a su Consejo de Ministros el 9 de junio de 1873, y tras innumerables discusiones sin llegar a nada, les espetó: "Señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros". Y les dejó plantados. Al día siguiente, al ver que no acudía al ministerio fueron a buscarle a su casa. Allí les informaron de que Figueras, harto de todo y de todos, se había marchado a Francia.