Esteban Marchena García tiene 59 años y trabaja como camarero en Palma de Mallorca. Ha relatado su historia en el programa En Casa de Herrero de esRadio. Procede de una familia desestructurada, su padre, 18 años mayor que su madre, los abandonó cuando ella se quedó embarazada. Les acogió una viuda con nueve hijos pero Esteban cuenta que pronto se despegó de su madre y que al final se crió en la calle. Nunca hablaron de su padre.
Tiempo después, Esteban descubrió sus orígenes gracias a un papel que encontraron sus hermanas en uno de los cajones de la casa. Era su partida de nacimiento con fecha de 1964. Así empezó su búsqueda. Intentó contactar con su padre pero él nunca lo reconoció como hijo. Sin embargo, su padre ya había formado una familia y había amasado una gran fortuna.
Cuando este falleció, quiso ponerse en contacto con sus hermanos paternos y como estos tampoco lo reconocieron, recurrió a la Justicia. Ahora, el juzgado de primera instancia de Utrera ha sentenciado que todos los hijos deben compartir la herencia.
Por su parte, los hijos legítimos de este señor aseguraron de cara al juicio que ellos no sabían que tenían que declarar. Días antes "incineraron a mi padre, a mi abuelo y a mi abuela" declara Esteban para demostrar que no estaban dispuestos a facilitar el proceso de la prueba de paternidad.
Uno de los principales motivos de la disputa bien podría ser los casi dos millones de euros que tienen que compartir entre todos con su nuevo hermano legalmente reconocido por la Justicia. Sobre la gran suma de dinero, Esteban se explica: "Tengo trabajo y cobro un sueldo. No lo hago por necesidad pero es una cantidad importante. Si al final llega a venir esta herencia me imagino que haré una pequeña fiesta".