Después de que Soraya Sáenz de Santamaría acompañara a Juan Luis Cebrián en el lanzamiento de El País.cat en Barcelona, ahora es Mariano Rajoy quien promociona la página recién creada con un artículo en catalán publicado justo en el Día de la Hispanidad.
Prácticamente la mitad del artículo, titulado Los puentes del diálogo, está dedicada a elogiar la página en catalán del diario de Prisa y justificar su creación en pleno desafío separatista. Rajoy califica de "excelente noticia para la lengua catalana" y "para todos" su nacimiento y afirma que constata un "patrimonio vivo", en alusión al catalán, que "a todos nos enorgullece". Añade que el proyecto "encarna del modo más práctico las energías positivas de nuestra España plural": "A nadie le puede extrañar, en efecto, un hecho perfectamente lógico: que un medio de comunicación con vocación nacional tenga una edición en una lengua hablada por millones de españoles y valorada y querida como propia por todos los demás", dice.
El presidente también se felicita por el hecho de que pueda dirigirse "a los catalanes en la lengua catalana y a través de un medio catalán" en un "día tan simbólico" como el 12 de octubre. Es, dice, "la proyección natural" de los valores de una sociedad "abierta como la española" que, a su juicio, ha interiorizado "la comprensión y el amor por las razones y las lenguas diversas de sus ciudadanos".
Rajoy define a España como "país coral", país "unido como no uniforme" y "suma de identidades compartidas", entre otras, e insiste en halagar el proyecto de Cebrián. A su juicio, "enriquece el panorama mediático catalán" y da "cauce al pluralismo consustancial a la sociedad catalana". "Estoy seguro de que este medio contribuirá a llevar a los hogares catalanes un mensaje muy claro: el del aprecio, tan hondo, del conjunto de los españoles", añade el presidente.
Tras definir de esta forma "la razón cívica que late en el mejor periodismo", el presidente pasa a defender, citando a Espriu, la necesidad de "asegurar la firmeza de los puentes del diálogo" con Cataluña. Pide "abandonar imposiciones y órdagos", buscar "soluciones realistas" y "atender a un signo de los tiempos que pasa por más y mejor integración".
El presidente, que no alude en ningún momento a la Constitución, llama a "impulsar el espíritu de moderación", "mostrar predisposición al entendimiento y ser todos capaces de compatibilizar los gestos de generosidad y de lealtad".
Rajoy proclama que su Gobierno está "dispuesto" a todo esto y afirma que "todo avance es posible y todo cambio a mejor es susceptible de debate dentro del marco seguro que nos ofrece la legalidad". "El camino de la concordia es el diálogo y la ley", insiste después. El resto del artículo está dedicado a insistir en la misma idea: con menciones genéricas a la "ley", el presidente habla de la necesidad de "crecer en tolerancia y apertura", de "diversidad" y de un proyecto de España "revitalizado y abierto, ilusionante y generoso".
Deja para el final la felicitación a los hispanoamericanos, con alusión a los que viven en España, ejemplo, dice, de los vínculos y "lazos" formados gracias a la "generosidad de todos".