Un fuerte despliegue policial y numerosos manifestantes y curiosos aguardaron a las puertas del edificio donde vive la auxiliar de enfermería infectada por ébola a que se sacara a su perro, Excálibur, para ser sacrificado ante el riesgo de que también sea portador de la enfermedad.
Según informó Efe, una treintena de policías con material antidisturbios rodearon la entrada al garaje de la urbanización, en la avenida del Pinar 35, en Alcorcón, por la que ha entrado a las 12:15 horas un camión de bomberos para abrir la puerta de la vivienda y sacar al animal. Previamente, a las 10:30 horas, había llegado una ambulancia para el traslado del perro, y a la una de la tarde también acudió al lugar una furgoneta de una empresa de servicios.
Disturbios
Alrededor de la vivienda se concentraron decenas de ciudadanos protestando -miembros de partidos y colectivos animalistas- contra la decisión que tomó este martes la Comunidad de Madrid, "para evitar la posible transmisión del ébola".
La tensión ha crecido en la urbanización entre animalistas y la policía que terminaron por cargar contra los manifestantes. Después, los animalistas pudieron sentarse en la entrada de los edificios donde el animal quedó tras el ingreso de sus dos amos. "Excálibur, no estás solo", eran algunos de los gritos que se escuchaban.
Alrededor de las 18.30 horas, el furgón que trasladaba al perro salía de la urbanización y la Policía se vio obligada a cargar de nuevo contra los manifestantes para abrir paso y permitir su salida.
Finalmente, la Comunidad de Madrid informó en una nota de que Excalibur ya había sido sacrificado.