El bloque separatista que encabezan Mas y Junqueras mantiene sus planes pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional. La web "institucional" sobre el referéndum sigue activa, el Parlamento catalán ha designado a los miembros de las comisiones electorales (aunque el nombramiento no figura en el Diario Oficial de la Generalidad para no incumplir la orden del TC) y allí donde no llega la Generalidad lo hace la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que firma con el eslogan "Ahora es la hora. 9N, el país que queremos" una campaña de publicidad en los medios catalanes sobre las bondades de una república catalana.
"El proceso continúa", advirtió el consejero portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, tras la suspensión del TC y "no rectificaré", remachó Mas el miércoles en la cámara autonómica. La apelación a la ANC es directa y figura incluso en los dos recursos presentados por la Generalidad en el Constitucional. Si no se vota, la situación podría degenerar en "violencia", afirman los servicios jurídicos de la Generalidad, dirigidos por Homs.
La líder de la ANC, Carme Forcadell, reclama su cuota en las negociaciones que se llevan a cabo entre los partidos separatistas. Todos están convocados para este viernes por Mas, pero el president ya ha sondeado a sus "socios" de ERC, las CUP e Iniciativa. De momento, la consigna es aguantar, tratar de esquivar con subterfugios la suspensión de las campañas, iniciativas y trabajos logísticos del referéndum y exhibir la fuerza de la Asamblea.
Mientras el gobierno catalán aparenta estar atado, la ANC ha adelantado su campaña a favor del 9-N para cubrir el hueco propagandístico dejado por la Generalidad. La organización muestra, sin embargo, síntomas de fatiga. Necesita cien mil voluntarios para llevar a cabo el "puerta a puerta" con el que pretende visitar todos los domicilios de Cataluña y sólo dispone de 37.000. La campaña ya ha empezado y poca gente acepta rellenar el formulario que les presentan los voluntarios de la Asamblea, un fichero que incluye preguntas sobre orientación política y preferencias electorales. Los visitantes siguen un protocolo que incluye la recomendación de ir a votar el próximo 9 de noviembre.