Las autoridades marroquíes están moviendo influencias ante distintos departamentos de la Generalidad de Cataluña con el propósito de abrir una gran mezquita en tierras catalanas. Tal y como informa La Vanguardia, citando a la seguridad del Estado, el instrumento para acercarse a la Generalidad ha sido la Unión de Centros Islámicos de Catalunya (UCCIC), a la que relacionan estrechamente con la esposa de Nouredine Ziani, el que fuera director de la fundación Nous Catalans de Convergència Democràtica de Cataluña que fue expulsado de España en el 2013 por actividades contrarias a la seguridad nacional.
La delegación catalana, encabezada por Enric Vendrell, director general de Asuntos Religiosos del Gobierno de Mas, que viajó a Rabat tras aceptar una invitación marroquí para tratar este asunto el junio pasado, se entrevistó con Ziani en Marruecos, según consta en el informe del Estado, que destaca asimismo la visita al Parlamento, reuniones con un consejero de Mohamed VI; con Ahmed Toufiq, ministro de Asuntos Islámicos, y con Abdellah Bousouff, secretario general del Consejo de Comunidades marroquíes en el Extranjero.
La trastienda de este caso se explica en informes del Estado que desvelan que Rabat ha diseñado un plan con el fin de obtener el apoyo de la autoridades catalanas para que sea Marruecos quien abra una gran mezquita en Cataluña antes de que lo hagan otros países con el mismo interés, como es el caso de Qatar. Todo responde al mismo tiempo a un interés expresado por la Generalidad de construir una gran mezquita en Cataluña, concretamente en Barcelona, y que podría instalarse en la plaza de toros de la Ciudad Condal.
Las fuentes de la Generalidad han confirmado este interés marroquí por la construcción de la mezquita aunque desconocen los detalles de la obra, pues Marruecos no ha presentado ningún proyecto del centro que, en todo caso -subrayan- "deberá cumplir con la normativa urbanística y ser promovido de forma privada". Tampoco se ha determinado su ubicación.