Varios de los primeros firmantes del manifiesto Libres e Iguales han participado este jueves en un desayuno informativo en el Hotel Ritz de Madrid en el marco del Fórum Europa para analizar la situación política en Cataluña a unos días de la Diada y pocas semanas del 9 de noviembre, día en que la Generalidad pretende sacar las urnas en Cataluña para buscar la separación con el resto de España.
La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo ha sido la encargada de presentar al ex secretario general del PSE Nicolás Redondo Terreros y al periodista Arcadi Espada.
En su intervención, Arcadi Espada ha lanzado un duro "yo acuso" a la clase política de Madrid, "Madrit, como enfatizan los nacionalistas", por alimentar durante más de 30 años el separatismo en Cataluña, cerrar los ojos a la corrupción de los Pujol, convertir a un "populista mediocre" en un "gran estadista" y al "panfleto mórbido" de La Vanguardia en un "diario de referencia".
Espada se ha referido al "tránsito inquietante" entre el 11-S próximo y el 9 de noviembre en que Más y sus socios pretenden realizar la consulta. Un tránsito que Libres e Iguales va a combatir con el lema "Sí me importa" que se estrenará el mismo 11-S durante un acto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Para el columnista catalán, Libres e Iguales es frutó de "una desidia española" pues si del huevo, ha dicho, son responsables la gallina y el gallo éste no podría darse sin la "temperatura adecuada". Espada ha criticado la "actitud apática" de buena parte de la ciudadanía española ante la "indisimulada xenofobia" del nacionalismo catalán.
Especialmente duro se ha mostrado con unas élites españolas que "mientras hacían grandes fiestas por la lengua, aceptaban una Ley que castigaba económicamente a quien utilizaba el castellano".
Redondo Terreros, en sus palabras iniciales, ha sentenciado: "Hemos tardado demasiado tiempo en decir no a los nacionalistas". Y durante el turno de preguntas ha deseado suerte al nuevo líder de su partido, Pedro Sánchez: "Tiene una tarea difícil, después de que algunos que parecían estadistas convirtiesen al PSOE en un partido canijo y radical".