Los equipos jurídicos que asesoran a la familia Pujol en Andorra y España, con abogados del prestigio de Joan Miquel Rascagneres en el país de los Pirineos y de Cristóbal Martell, el mismo del futbolista Messi, en Cataluña, han desaconsejado explícitamente a Jordi Pujol i Soley comparecer en el parlamento autonómico, que es a lo que se había comprometido el ex presidente de la Generalidad con su propio partido la pasada semana.
Los letrados temen nuevos pasos en falso del patriarca del catalanismo, que no habría dejado de cometer errores, en opinión de sus abogados, desde la misma difusión del comunicado en el que admitía un fraude fiscal continuado de más de tres décadas hasta el periplo por las mansiones de sus hijos Josep, Jordi y Oriol en La Cerdaña o las declaraciones realizadas entre risas y miradas indiscretas a las reporteras de televisión en Queralbs. Creen que Pujol se podría dejar llevar por su talante autoritario y "caer en las provocaciones" de los diputados catalanes no nacionalistas. Además, no están seguros de la eficacia de las garantías que ofrece el grupo parlamentario de CiU para "proteger" al que todavía llaman en público y privado "President".
Fue el mismo portavoz del gobierno regional de Mas, el consejero Francesc Homs, quien confirmó el pasado viernes la noticia, cuando afirmó que "Pujol, a diferencia de Alicia Sánchez Camacho (en alusión a su negativa a dar explicaciones en comisión sobre el caso del espionaje de La Camarga) sí comparecerá ante el 'Parlament'". La sesión de Pujol estaba y está prevista, de momento, para el próximo martes 2 de septiembre, pero los nervios se han disparado en el gobierno de Mas y en Convergencia ante las dudas de Pujol, quien en estos momentos se siente víctima de una persecución que en el caso de acudir al parlamento catalán podría convertirse en un espectáculo público de imprevisibles consecuencias.
"Banquillo de los acusados" parlamentario
Los abogados de Pujol que pretenden "prohibir" la presencia de Pujol en el parlamento autonómico han puesto sobre la mesa el hecho de que primero debe comparecer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados. Eso debería permitir, afirman los juristas del entorno Pujol-Ferrusola, saber cuánta información posee la Agencia Tributaria y la procedencia de dicha información. La teórica es que un error o un descuido de Montoro podría servir como munición para la defensa de Pujol, pero no desde un "banquillo de los acusados" parlamentario.
A diferencia de lo que deslizó el propio presidente de la Generalidad, Artur Mas, sobre las dificultades auditivas y para mantenerse despierto en las reuniones de partido de Jordi Pujol, su "padre político" ha dado muestras de la misma agilidad física, salud mental y dominio de la escena que tenía en sus tiempos de "president", cargo que abandonó hace una década. De ahí que en CiU se confiara en una comparecencia de Pujol que ayudase al partido a presumir de transparencia, rectitud y regeneracionismo. El análisis convergente apuntaba también al hecho de que Pujol podría sostener con credibilidad la teoría de la "persecución política" ante los escasos diputados de la oposición con capacidad para ponerle en aprietos.
Esa "tesis" que abunda en la "persecución por independentista" es la que ha calado en gran parte de las bases nacionalistas. Sin embargo, lo que conviene políticamente al partido y a la causa separatista puede ser muy contraproducente en el plano jurídico, alertan los abogados a Pujol, cuyas dudas de última hora provocan un notable desasosiego en los dirigentes de CiU, algunos de los cuales han llegado a reprender públicamente a Pujol (el alcalde de Barcelona le reclamó la medalla de la ciudad concedida en 1992 por Maragall). Creían que tenían a Pujol bajo control y ahora temen que sobreponga su defensa jurídica frente a la del "legado" político, lo que implicaría activar el ventilador.