Los sondeos en Escocia insisten en pronosticar un "no" a la indepencia del Reino Unido, por lo que a tres semanas para la celebración del referéndum, previsto para el 18 de septiembre, el principal valedor de la secesión, el denominado "ministro principal" de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, ha endurecido su discurso y ahora afirma que pese a salir de la libra y no tener en absoluto garantizada la inclusión en la zona euro una Escocia independiente "sería el país más rico del mundo, con un Producto Interior Bruto más alto que el de Japón, Francia y el mismo Reino Unido".
Las declaraciones de Salmond han causado una cierta conmoción en el nacionalismo catalán, primero porque Salmond no ha incluido a Cataluña en su comparación y después, pero más importante, porque los independentistas catalanes, con Artur Mas y Oriol Junqueras a la cabeza, consideran que no sería Escocia el país más rico del mundo sino la República de Cataluña, que dejaría de pagar, afirman, los servicios del resto de España.
Sin embargo y en los últimos días, algunas voces de ERC, como la de su portavoz en el parlamento regional, Anna Simó, han reconocido que en caso de independencia de Cataluña habría "problemas y tensiones de tesorería para hacer frente a las pagas de pensionistas y funcionarios".
Aún así, los "economistas" por la independencia, con Xavier Sala i Martín y el consejero autonómico Andreu Mas-Colell en primera linea, sostienen que el futuro de una Cataluña con estado propio sería esplendoroso, entre otras razones porque el día después de declararse independiente sería admitida como nuevo socio en la UE. Como es sabido, todos los portavoces de la Unión han alertado a los nacionalistas catalanes que la secesión implicaría la salida de la Unión Europea y la exclusión de la zona euro.