Los investigadores no sólo han tenido en cuenta a la hora de archivar la denuncia por violación el vídeo que grabó uno de los detenidos y la declaración de varios testigos, sino también otras pruebas como una fotografía en la que sale la chica posando sonriente junto a cuatro de los jóvenes. El 'selfie' habría sido tomado sobre las 7.26, dentro de la misma franja horaria en la que, según la denunciante, habrían sucedido los hechos.
La joven contó a los policías – que se la encontraron sentada en el suelo y llorando en la calle Cuevas del Becerro sobre las 8.30 – que al acabar su turno como relaciones públicas en una de las casetas feriales fue abordada por cinco jóvenes, que la llevaron a un lugar apartado y la violaron y robaron el bolso y el móvil. Los conocía porque – según manifestó, y así lo recoge el diario Sur- la habían estado molestando anteriormente, llegando a tocarle las nalgas cuando pasaba junto a ellos.
Según continúa relatando este periódico, los investigadores contactaron con los responsables de la caseta donde trabajaba la joven, quienes confirmaron que la chica acabó su turno a las tres de la madrugada. Al parecer, y siempre según la investigación judicial, permaneció desde esa hora en el interior del establecimiento hasta que se marchó, sobre las siete, tras tomar un par de chupitos de vodka caramelo con los implicados y estar bailando con ellos.
El siguiente testimonio es el del empleado de una hamburguesería, que aseguró que la chica entró en el establecimiento como al acabar, la joven se acercó a su hamburguesería y le pidió una servilleta para limpiarse, que luego dejó en la atracción. Sin embargo, la joven contó a la Policía que uno de los chicos utilizó ese papel cuando terminaron, siendo así, una de las pruebas que actuaría contra los supuestos violadores, según cuenta el Economista. También aseguraron haber visto a la chica en compañía de dos de los jóvenes en actitud cariñosa. Su versión quedó refrendada ayer por otros cinco compañeros del mismo establecimiento y de una trabajadora de un puesto de gofres, que declararon en la misma línea que el primero. Aseguraron a la jueza que no oyeron a la chica gritar ni pedir auxilio, pese a que estaban a poco más de cinco metros del lugar donde se estaban produciendo los hechos.
Tras archivarse provisionalmente la denuncia, el abogado de los jóvenes mayores de edad implicados anunció acciones legales contra la chica por denuncia falsa de violación. La Fiscalía, que le dio el visto bueno a la resolución judicial, no recurrirá el sobreseimiento. Una vez sea definitivo, el Ministerio Público estudiará abrir diligencias contra la chica por cinco posibles delitos de denuncia falsa. La pena por esta infracción oscilaría entre seis meses y dos años de prisión.
El archivo es recurrible en un plazo de cinco días, que empieza a contar a partir del mes de septiembre, ya que agosto se considera inhábil.