El secretario de comunicación de la Unión Federal de la Policía (UFP), Serafín Giraldo, ha comentado en Es la Tarde de esRadio la falta de preparación de los cuerpos de seguridad ante el ébola y la polémica por las devoluciones a Marruecos de inmigrantes en Ceuta y Melilla.
Giraldo ha señalado que en los puestos fronterizos "se necesita algo más específico que lo que se tiene" para luchar contra la epidemia de ébola que está asolando el África Occidental. Ha contado que el próximo lunes día 11 de agosto se abordará en la Dirección General de la Policía este tema en con un nuevo protocolo de actuación.
Ha recordado que la Policía y la Guardia Civil es personal de alto riesgo y que estas medidas servirían no sólo para prevenirlos a ellos sino también a toda la población. Serafín Giraldo ha explicado que han sido ellos "los que han pedido que se haga algo porque tienen miedo".
Devoluciones de inmigrantes "en caliente"
Otro de los asuntos de los que el secretario de comunicación de la UFP ha hablado en esRadio ha sido de la polémica por las llamadas devoluciones "en caliente" de inmigrantes que cruzan la primera valla de la frontera de Ceuta y de Melilla.
Serafín Giraldo ha contado que "no hay un protocolo específico ni actuaciones concretas que digan dónde comienza y termina el territorio español" porque según el juez cruzar la primera de las tres vallas significaría entrar en territorio español y el Gobierno afirma que hay que cruzar las tres.
Ha aprovechado para recordar que "las devoluciones en caliente son ilegales" y quizá la solución está en Derecho Internacional y en los acuerdos entre España y Marruecos. También ha pedido que se den los "protocolos específicos porque hay dos posturas diferentes".
"Parece que el problema lo tiene España y que la Policía y el Gobierno somos los culpables de las avalanchas" ha señalado Serafín Giraldo que cree que "también tienen mucho que hablar las ONG y los países de origen". El secretario de comunicación de la UFP ha indicado que "es un fracaso para las ONG no garantizar las circunstancias que impidan que estas personas desesperadas intenten entrar en lo que ellos creen que es un paraíso".
En este sentido ha apuntado que "hay mucha hipocresía" y que "todos tenemos parte de culpa los Gobiernos del primer mundo, los del tercer mundo y las ONG que señalan con el dedo cuando tienen que hacer un trabajo y deben hacerlo en esos países".