En la segunda década del siglo XXI, cuando hasta el más pequeño de los comerciantes o prestadores de servicios tiene su propia página web y un perfil propio en las distintas redes sociales, hay un profesional de éxito, con clientes de mucha notoriedad y dinero, al que difícilmente se accederá por una búsqueda por la red. Sólo con mucho ahínco se puede encontrar una pequeña referencia a su bufete de abogados en la web en inglés "Chambers & Partners" una guía de los mejores abogados en todo el mundo.
Y entre ellos Cristóbal Martell, al que se reseña en esta página como un letrado experto en delitos económicos y relacionados con el fraude a las administraciones públicas. Delitos como los cometidos, presuntamente, por personajes tan conocidos como el futbolista Leo Messi, el ex presidente del Barcelona Josep Lluís Núñez, el financiero Javier de la Rosa, el cuñado de Diego Torres, quien fuese socio de Iñaki Urdangarín y ahora Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del ex presidente de la Generalidad.
Martell, por tanto, se dejará ver junto a Pujol Ferrusola y su esposa el próximo 15 de septiembre, fecha en la que ambos están citados ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz como imputados en delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal. No se sabe si hará alguna declaración a los medios, practica en la que no siempre se prodiga. Sí lo hizo el año pasado cuando acudió a los juzgados con el que sin duda es su cliente más conocido a nivel mundial, Messi, para decir que el jugador argentino había demostrado una escasa "voluntad defraudatoria" ante el fisco español.
Cristóbal Martell es canario, tiene 52 años y padre de tres hijos de dos matrimonios. Cuando cursaba tercero de Derecho ya compaginaba los libros con el ejercicio practico en el prestigioso bufete de Francesc Jufresa, uno de los célebres penalistas de Barcelona y defensor de Javier de la Rosa. Martell siempre acompañaba al jefe a los juzgados cuando se trataba de una causa relacionada con el ínclito financiero. En 1998 declararía a El País que antes de asumir la defensa de de la Rosa "lo estuvimos estudiando cuatro meses".
De joven, durante la Transición, militó en el Partit Socialista Unificat de Catalunya, el PSUC, la marca de los comunistas catalanes. Una orientación izquierdista que también compartía su maestro Jufresa, cuya reputación en ese ámbito ideológico se vio quebrada precisamente tras arrebatarle a De la Rosa a otro de los grandes letrados barceloneses: Joan Piqué Vidal, un hombre muy próximo a CIU que terminó encarcelado por el caso de Luis Pascual Estevill, la trama de extorsión a empresarios a cuya cabeza estaba este juez, que llegó a ser vocal del CGPJ a propuesta de CIU. Jufresa se significaba por entonces firmando manifiestos de apoyo al alcalde socialista de la Ciudad Condal en los ochenta, Pascual Maragall.
Ironías del destino, la familia Pujol, en su declive político y penal, se pone en manos de alguien que transitó por otros derroteros políticos y sociales durante la época de esplendor de su poder.