El Mundo y La Vanguardia dan este domingo nuevos detalles sobre cómo se fraguó la confesión de Jordi Pujol publicada el viernes y que aparentemente dejó descolocado a su partido. El primero en pronunciarse fue el presidente de la Generalidad, Artur Mas, que se apresuró a decir del asunto que se trataba de un asunto "personal y familiar". Según El Mundo, a Mas la noticia no le pilló de improviso. En lo que califica de "pacto de la vergüenza", afirma que Pujol pactó con el presidente de la Generalidad tanto la carta como la marcha definitiva de su hijo Oriol, imputado por el caso ITV.
Cuenta el diario que el pacto se forjó el 7 de julio, con la publicación de las últimas informaciones sobre las cuentas de la familia. Ambos habrían acordado que Pujol diera una "explicación pública" sobre su patrimonio. Este domingo, La Vanguardia también apunta a una estrategia conjunta con Mas: el diario habla de "duros días de contacto" con el presidente catalán y que el último se habría producido el viernes a las 8:30 horas para avisarle de la publicación de la carta. Pero lo más llamativo de lo que hoy cuenta La Vanguardia, después de que este sábado cifrara en cuatro millones el dinero que han regularizado los Pujol, es la desazón que habría sufrido el expresidente catalán en estos, dice, "dieciocho días de pesadilla".
Pujol, que en 34 años "no encontró el momento" de declarar su dinero, según sus propias palabras, habría vivido unos días de intenso "tormento" para "protegerse frente a un proceso judicial". Ante la posibilidad cierta de nuevas filtraciones, la familia se puso a "deliberar" y al ver claro, continúa La Vanguardia, que estaban "asomados al abismo", decidieron declarar el dinero. Para dejar bien claro el grado de tensión que habría vivido el president, La Vanguardia entrecomilla una frase que, dice, habría pronunciado el político catalán: "¡Si pudiera quemar ese dinero!" Añade que prácticamente no lo veremos más: Pujol habría estado "preparando un retiro que es completo desde el pasado viernes" y, citando a sus allegados, afirma que se ha ido de Barcelona.
A la última crónica sobre la decisión de los Pujol, el diario añade este domingo un resumen de los "negocios conflictivos de la familia". Subraya, eso sí, que "nunca hubo juicio" en el que se "pasara de los rumores al análisis de los indicios". Aunque sí admite que hay dos procesos en marcha: el de Oriol Pujol y el de Jordi. No cita algunos de dichos indicios, como el informe de la UDEF sobre los 137 millones.