Una historia a la altura de una potencia mundial. Al tiempo que la Generalidad construye un nuevo estado con el dinero del FLA (fondo de liquidez autonómica) del Estado, un nutrido grupo de historiadores y aficionados a la historia inventan un relato épico sobre la idea de que la historiografía oficial habría ocultado sistemáticamente el rastro catalán de la crónica del mundo. Colón, Cervantes, Santa Teresa de Jesús, Hernán Cortes, los hermanos Pinzón, Erasmo de Roterdam y Leonardo da Vinci, entre muchos otros, eran catalanes de casta, formación y/o de origen.
El mausoleo del Borne, que el nacionalismo define como la "zona cero" de las libertades catalanas, y la conversión de la Guerra de Sucesión en una especie de guerra de secesión entre España y un inverosímil "estado catalán" son el resultado de tres décadas de formación del espíritu nacionalista y de mensajes de odio a España, la destilación "académica" de una delirante reinterpretación de los hechos cuya conclusión fundamental es que Cataluña perdió su independencia hace trescientos años y lleva tres siglos sometida a una ocupación brutal de la que se librará el próximo 9 de noviembre. Esa fue la síntesis del "simposio histórico" "Espanya contra Catalunya" patrocinado por la Generalidad.
En un contexto en el que la realidad es lo de menos ha florecido una corriente que sostiene que la mayoría de los personajes determinantes de los últimos veinte siglos nacieron en Cataluña, una suerte de idílica Alejandría desde el siglo VII antes de Cristo y hasta 1714 y que a pesar del intento de genocidio español ha logrado sobrevivir hasta nuestros días con más o menos brillo y esplendor.
El Institut de Nova Història
El origen de todas estas teorías sobre la catalanidad de medio mundo y la dependencia del otro medio de los hallazgos catalanes está en el denominado Institut de Nova Història, una entidad que agrupa a aficionados a la historia y a algunos pocos licenciados, todos ellos unidos por un incontestable nacionalismo y por la convicción de que el filósofo Francesc Pujols iba en serio cuando escribió que llegaría un día en que los catalanes lo tendrían todo pagado en todo el mundo por el hecho de ser catalanes y en agradecimiento a sus grandes contribuciones a la humanidad.
De hecho, Francesc Pujols, autor de Concepte General de la Ciència Catalana, Hiparxiologia o Ritual de la Religió Catalana o Història de l'hegemonia catalana en la política espanyola, sería la inspiración directa de este Institut de Nova Història empeñado, con gran éxito de crítica local, en la catalanización sistemática de los principales personajes de España.
El primero en sufrir el tratamiento de este instituto fue Cristóbal Colón, puesto que a los catalanes del siglo XV se les denominaba genoveses, sostienen sin la más mínima aportación documental. A partir de ahí, el puerto de Palos se convierte en el de Pals, (Gerona), los hermanos Pinzón se apellidaban Pinçó, el Descubrimiento fue una empresa catalana de la que se apropió España y Erasmo de Roterdam, también era catalán e hijo de Colón a mayor abundamiento.
El Cid, en el punto de mira
De este primer delirio se pasó a catalanizar a Cervantes, que se llamaba Miquel Servent, del barrio de la Barceloneta o de Alicante (hay dudas), y escribió El Quijote de la Mancha en catalán y con el titulo original de Lo Quixot de la Plana. Visto el éxito y la cálida acogida de semejantes teorías por parte de los medios de comunicación catalanes, los impulsores del instituto acometieron la ingente tarea de hallar la pista catalana de Hernán Cortés, Francisco Pizarro y Diego de Almagro, todos ellos nacidos y educados en Cataluña. Hasta Santa Claus es catalán, puesto que no sería otro que el Sant Nicolau de Alicante, ciudad catalana también según estos respetados "estudiosos". El Cid Campeador está ahora en el punto de mira del Institut, así como Elcano, Magallanes, Miguel Ángel y Lutero, candidatos a ingresar en la galería de los "nuevos catalanes".
Algunos de los impulsores de esta asociación se presentan también como fundadores de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Es el caso de Víctor Cucurull, un licenciado en Historia y "máster en crítica teatral del siglo XX", celebridad local que en los ambientes separatistas pasa por ser un auténtico sabio. Cucurull sostiene directamente que Santa Teresa de Jesús no era de Ávila, sino de Pedralbes, pero no es esta la afirmación más controvertida del "historiador". Cataluña es la nación más antigua del mundo, nacida, como mínimo, en el siglo VII antes de Cristo, según el prominente conferenciante. Tales historias son recibidas con entusiasmo y gozan de toda credibilidad entre el público que asiste a las charlas de la ANC que protagonizan Cucurull y el juez Santiago Vidal.
Es la reedición de la vida y milagros del bohemio catalanista Pompeyo Gener con dos grandes diferencias: Gener gozaba de un, hasta cierto punto, indiscutido talento, y nadie le creía, entonces, cuando sostenía la existencia de una raza catalana distinta y superior a todas las demás.