La Policía Nacional ha desarticulado seis clínicas clandestinas en Madrid. En la operación han sido detenidas ocho personas e imputado a otras dos, todos de nacionalidad china. En esas clínicas practicaban desde abortos clandestinos sin higiene ni seguridad y otro tipo de operaciones a consultas de pediatría, odontología y ginecología. Los clientes también eran chinos y algunos habían sido timados con grandes sumas de dinero.
En Es la Tarde de esRadio Dieter Brandau ha entrevistado a Juan Pablo Cardenal experto en cultura china y coautor del libro El imperio invisible, en el que desgrana la forma de actuar de los chinos y sus métodos a la hora de asentarse en occidente.
Cardenal ha explicado que esta operación le ha recordado la historia de un hospital del centro de Pekín en el que "un falso médico recetaba remedios milagrosos contra el cáncer". Ha señalado que "si eso está ocurriendo en Pekín" no le extraña que "aquí un chino pueda ponerse una bata blanca y hacerse pasar por médico".
Se hace porque "hay un gran negocio detrás que ellos han identificado porque tienen una clientela china que se lo permite". El coautor de El imperio invisible ha asegurado que otra de las cosas que le viene a la cabeza es que "esto nos dice que hay gran cantidad de chinos ilegales viviendo en Madrid" porque supone que "si estuvieran legales irían a la Seguridad Social".
Cuestión de confianza
Juan Pablo Cardenal cree que el establecimiento de estas clínicas se debe a "una combinación de factores". El principal es "un tema de confianza" porque "muchos chinos no hablan el idioma autóctono y confían más en un compatriota". Otro factor es "la ilegalidad" porque la clandestinidad de estas prácticas podría significar que "alguno de esos pacientes pueden ser ilegales".
El experto ha indicado que no le ha sorprendido "en absoluto" porque "los chinos cuando emigran a otros países siguen funcionando con su lógica, que es puramente china" y para ellos "la ley es un concepto mucho más difuso que aquí".
En Madrid hay una comunidad china muy importante instalada en el distrito de Usera. Allí conviven más de 6.500 chinos y lo han convertido en el chinatown madrileño.