Tanto CiU como ERC muestran una especial dedicación con los colectivos de inmigrantes, lo que tanto les sirve de coartada para responder a las críticas por el carácter excluyente de sus proyectos políticos como para atraerse el favor de unos ciudadanos que podrían ser determinantes en un referéndum separatista. En el caso convergente, el caldo de cultivo de las relaciones con las entidades de inmigrantes es una fundación llamada Nous Catalans (Nuevos Catalanes) que muestra una especial predilección por establecer acuerdos, tratos y convenios con las agrupaciones islamistas que operan en Cataluña.
Al frente de Nous Catalans está Àngel Colom, el exlíder de ERC, que se jacta de mantener privilegiados contactos en el área del Magreb y de tener bajo control a todas las asociaciones, grupos y entidades de inmigrantes en las que esté representado el islamismo. Mowafak Kanfach, el promotor intelectual de proyecto de mezquita para la Monumental es un asiduo de estas organizaciones, fundador de la Federación Islámica Catalana y colaborador de la fundación convergente, propietario y "presidente" de una librería en Barcelona llamada La Casa del Libro Árabe, representante de la Asociación Sirio-Catalana por la Libertad y la Democracia, contraria a Bashar al Assad, etcétera, etcétera. Y prueba de su vinculación y agradecimiento a CiU está en el diario digital de Nous Catalans, donde Kanfach escribe en relación a la guerra civil de su país:
Agradezco mucho la posición determinante e invariable de Cataluña a todos los niveles (en los ámbitos político, moral y material) respecto a la situación de Siria y damos gracias a Convergència (Àngel Colom, Victor Tarradella, Marc...) y al Gobierno de la Generalidad por su constante apoyo en esta causa.
Kanfach, el teórico intermediario en la venta de la Monumental al emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, participa también en actos, mesas redondas y conferencias con las que la fundación convergente pretende atraerse el favor de los inmigrantes musulmanes.
De momento, el Ayuntamiento no ha desmentido el anuncio de Kanfach ni ninguno de los detalles sobre el colosal proyecto aportados por el siriocatalán. La presencia de capital qatarí, más de 2.000 millones de euros, y las conexiones de políticos y personalidades catalanas en el emirato podrían desatascar algunos de los inconvenientes y reparos que suscita el proyecto, a menos de trescientos metros de la Sagrada Familia, que prevé un aforo de cuarenta mil personas (el doble que el del coso taurino), un minarete de 300 metros (también el doble que los edificios más altos de Barcelona), museo, sala de conferencias y hasta un centro comercial. Kanfach dice que hasta se plantean construir una pequeña iglesia para superar reticencias.
Sólo el PP de Barcelona, a través de Alberto Fernández, ha alzado la voz en contra de las pretensiones qatarís, tanto por razones cívicas como urbanísticas.