La dirección del PP catalán ejecuta los cambios anunciados por la presidenta del partido, Alicia Sánchez Camacho, tras los resultados de las europeas, en la que la formación perdió más de cien mil votos con respecto a los anteriores comicios y retrocedió varios puestos en las dos únicas ciudades que gobierna, Badalona y Castelledefels. Tras haber despachado el asunto con la secretaria general Dolores de Cospedal, y recibido el enterado de Mariano Rajoy, Camacho introduce refuerzos que pretenden taponar las deficiencias de una estructura orgánica copada por cargos públicos que no han podido compaginar las agendas del partido con los desempeños institucionales.
Dolors Montserrat, vicepresidenta del Congreso de los Diputados, se mantendrá como secretaria de Organización del partido, pero verá muy limitadas sus funciones a partir de ahora. Igual que Jordi Cornet, el delegado del Gobierno en la Zona Franca y secretario general del partido, quien estará "marcado" por dos adjuntos de la confianza absoluta de Camacho.
La dirigente popular atribuye a la falta de dedicación y concentración los malos resultados de las europeas, pero también pesa, según fuentes del PP, el que Dolors Montserrat se postulara, con decidido apoyo de Cornet, como recambio de Sánchez Camacho si el escándalo de Método 3 se cobraba su cabeza política.
Para evitar la parálisis del partido, el comité ejecutivo ha aprobado el nombramiento de dos adjuntos a la secretaría general, un nuevo presidente del PP de Barcelona y ha decretado una decena de ascensos internos en la línea de reactivar la formación y tratar de tener más presencia en el debate político catalán, en lo que se ha considerado una "crisis de gobierno" en la que no hay "víctimas", pero sí profundos cambios de funcionamiento.
María José García Cuevas es el nombre más destacado del nuevo equipo de confianza de Sánchez Camacho. Diputada en el Parlamento catalán, ingeniera industrial jienense y una de las voces activas del partido en materia de derechos lingüísticos y libertades individuales, será a partir de ahora una adjunta a la secretaría general con más autonomía y atribuciones que Cornet, secretario general. El otro adjunto es Josep Llobet, que encarna el perfil contrario al de Cuevas en tanto que mantiene fluidas relaciones con CiU en función de sus cargos en la Diputación de Barcelona. El nuevo adjunto de Montserrat es Joan Antoni López Noguera, concejal en el Ayuntamiento de Berga, en una de las comarcas catalanas donde el independentismo está en franca mayoría.
Los nombramientos también incluyen un nuevo presidente del PP de la provincia de Barcelona. El cargo ha recaído en Alberto Villagrasa, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, que sustituye a Antoni Bosch. Se da la circunstancia de que Villagrasa mantiene abiertas discrepancias con Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municicpal en Barcelona y uno de los "históricos" del partido. Villagrasa fue uno de los responsables de la última campaña electoral y se le considera cercano a Cornet.
Los demás nuevos "adjuntos" son: Rafael López, Fernando Sánchez Costa, Javier Mulleras y María José Díaz.