El exministro y actual candidato a las Europeas del PP, Miguel Arias Cañete, ha compartido con un programa especializado en motor llamado Centímetros Cúbicos (Atresmedia) su principal afición fuera del mundo de la política: los coches clásicos y la competición.
Sin entrar en detalles sobre el número de coches clásicos que posee, Cañete explicó que le encanta este tipo de automóvil. "Me apasionan los coches clásicos, porque son mecánicas elementales, mecánicas que puede trajinar uno mismo." Por contra, seguía Cañete, "los coches de ahora son muy aburridos, con ABS para frenar... diferenciales controlados, etc. La seguridad en el automóvil está muy bien, por supuesto y me parece fenomenal, pero para divertirse, para competir, los coches clásicos es donde encuentras adrenalina, donde el coche te sorprende, donde tú lo enderezas y donde tú intentas hacer con el coche lo que quieres y normalmente el coche hace lo que le da la gana", decía el exministro.
Además de "trajinar" con la mecánica de estos automóviles, Arias Cañete también ha participado en numerosas competiciones, tanto en circuitos como en rallys. Confiesa que su competición favorita es el rally de tierra. Y después de tierra, la nieve", decía, aunque lamentaba que mientras ha sido ministro no ha podido competir, dado que sus responsabilidades le ocupan la mayor parte del tiempo. En cambio, durante su época como parlamentario, podía acudir a carreras los fines de semana y "en los rallys de larga duración, en los que hay que buscar un hueco, al menos Mónaco coincidía con las vacaciones parlamentarias de enero", lo que le permitía participar.
Para Arias Cañete los coches significan "libertad" y explicaba que, en cambio, "en política tienes que ser políticamente correcto y medir lo que dices". Al contrario que en las competiciones, donde "todos nos ayudamos a todos, en política no está tan claro eso de que todos nos ayudemos. En política tus adversarios son tus adversarios y tus amigos, son tus amigos".
El sector del automóvil
Interrogado por el sector en sí y por los impuestos que gravan la actividad relacionada con el motor, Cañete ha señalado que "hay que ser consciente que el sector del automóvil recauda muchos impuestos y que el estado de bienestar se paga con impuestos y son impuestos indirectos que se notan menos". En cambio, no se cierra a la idea de que se produzca un cambio. "Quizá tenemos que estudiar una fiscalidad distinta", reflexionaba.
En cuanto a las normas de tráfico, Cañete dice reconocer que "efectivamente, la siniestralidad ha bajado cuando se ha bajado la velocidad y eso que a mi la velocidad me gusta. Pero me gusta en tramos cerrados y en competición."
Lo que sí reconoce que le irrita son algunas "señalizaciones". Según explicaba. "yo llevaría a un técnico de la DGT, lo montaría en un coche conmigo y le diría: vamos a entrar a 50, a 60 a 80, a 90, a 100, a 120, a 140 y a 160 kilómetros por hora y dime por qué hay un cartel que pone 40". Para el exministro lo ideal sería un sistema de paneles "con velocidades más adaptadas. Es decir, si hace un sol espléndido y estás en una autovía, por qué no puedo ir más deprisa. Los coches modernos no tienen ningún riesgo y tienen unas capacidades de estabilidad y seguridad activa y pasiva que yendo a 120 se va durmiendo el conductor".
Ante el interrogante de cuándo duerme mejor, si antes de un mitin o antes de una carrera, Cañete no duda ni un segundo: "Yo duermo bien absolutamente siempre", dice. Eso sí, "antes de una carrera lo que hago es rápidamente ir al cuarto de baño. E incluso, en los tramos de rally, antes de un tramo, busco un arbolito".
En cuanto a sus preferencias, su coche favorito es el mini cooper del 67 y le gustaría correr el Rally París-Dakar.