Carme Forcadell, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), ha entregado su vida entera a la causa del "proceso". Y no es una exageración. Este sábado hay elecciones en la plataforma separatista y los candidatos deben rellenar una ficha con sus principales datos, rasgos, horas de dedicación a la organizacion y ocupaciones profesionales. La de Forcadell es un testimonio por escrito del sacrificio total y absoluto por Cataluña.
Todos los aspirantes a formar parte de la dirección de la ANC, de 75 miembros, responden a las mismas cuestiones, entre ellas las del "compromiso orientativo de horas de disponibilidad semanal", "la ocupación actual", la pertenencia, si es caso, a partidos políticos y "los méritos políticos, cívicos, profesionales, experienciales para avalar la candidatura". En el currículum de Forcadell consta como mérito que milita en Òmnium Cultural. En cuanto a lo de los partidos matiza: "pago la cuota de ERC". Sobre la ocupación actual, apunta: "Departamento de Enseñanza, delegación del Vallès Occidental". La respuesta más sorprendente es la relativa al "compromiso orientativo de horas de disponibilidad semanal". Forcadell asegura que dedica 99 horas, lo que supone un régimen difícilmente compatible con cualquier otra actividad, una vida abducida, una entrega entre la mística y el carisma, un trabajo impagable. Más de catorce horas al día los siete días de la semana. Catorce horas y catorce minutos en concreto.
La de la musa de la independencia de Artur Mas es una de las 118 candidaturas personales que concurren en los comicios para designar a los 75 miembros del "secretariado nacional". Aspira a revalidar su cargo por tercera y en principio última vez, si es que se cumplen los estatutos propios. Los mandatos en la ANC duran un año y se pueden prolongar por un máximo de tres. Forcadell lleva desde 2012 al frente, por lo que en mayo de 2015 expiraría su presidencia. En teoría, dejaría el cargo en una Cataluña ya independiente en la que se habría celebrado el referéndum del 9-N.
A pesar de la imagen de unidad que intenta proyectar la ANC, la exposición pública de su presidenta ha generado un importante movimiento crítico, cristalizado en una corriente llamada "Essència", que ha logrado infiltrar a ocho de sus miembros en las candidaturas para el secretariado. Es obvio que tienen pocas posibilidades de resultar elegidos, pero han puesto sobre la mesa dos asuntos que han generado acalorados debates internos. El primero, que Forcadell habría supeditado toda la organización a los designios de Artur Mas y a sus propias ambiciones políticas. El segundo, que las cuentas de la ANC no están nada claras.
El empeño de la Generalidad, de los partidos y de la propia ANC en negar cualquier ingreso de fondos públicos contrasta con la plena dedicación de decenas de dirigentes de la organización y la intensa agenda de actos y movilizaciones. Forcadell afirma que la ANC se sostiene por las cuotas de sus socios, que abonarían unos cuatro euros al mes. Los dichos socios, sin embargo, no son el grueso de la plataforma, que presenta tres modalidades de pertenencia: militantes, colaboradores y simpatizantes. La ANC dice disponer de unos treinta mil "activistas", pero nunca ha especificado el reparto entre categorías, en la línea de opacidad informativa, reserva y confidencialidad que la distingue.
Los números no cuadran y menos aún si se advierte que una de las acusaciones deslizadas por "Essència" respecto al equipo de colaboradores de Forcadell alude a la prodigalidad y secretismo con la que manejarían los presupuestos de la ANC.
La dirección lo niega todo y ha llegado a atribuir la aparición de las críticas a a actuación de "la maquinaria del Estado", que habría orquestado una campaña contra Forcadell y la ANC. Los miembros de "Essència" dicen haber surgido precisamente para tomar el relevo de Forcadell si prosperara la "guerra sucia". Al margen de la obsesión recurrente del nacionalismo sobre el espionaje, la entrega de Carme Forcadell a la ANC es absoluta y vocacional, insiste. Puro voluntariado, catorce horas al día siete días a la semana.