La madre de la niña que sufrió abusos por parte de su tío y que, pese a la condena y a la orden de alejamiento, tiene que vivir enfrente de su agresor, ha relatado su situación en Es la Tarde de Dieter, de esRadio. Tras conocerse la noticia, la reacción de las instituciones ha sido, por el momento, nula. Además, la fiscalía ha afirmado este jueves que no hay razones para "revocar la suspensión de pena", a pesar de que el condenado acumula tres años de cárcel, dos por los hechos y otro por incumplir las medidas cautelares.
En una entrevista con Dieter Brandau, la madre de la pequeña ha confirmado que aún no se han puesto en contacto con ellos para ofrecerles auxilio. "Yo lo que pido es que se haga justicia. Que este hombre tiene que estar donde tiene que estar", ha dicho antes de pedir, también, ayuda "para salir de aquí, de esta barriada" y apoyo psicológico. Desde su casa se ve la vivienda del agresor, tío de la menor.
En esRadio, ha relatado que ella misma ha tratado de vender su casa para mudarse a otra zona, pero que no ha conseguido un comprador, y que hasta ahora no ha recibido ayuda para encontrar otro domicilio donde poder empezar de cero. "Yo lo que pediría a la Junta de Andalucía es que me cambien mi vivienda. Para mí y para mi hija es muy importante salir de aquí. Que se metan dentro de mí y que piensen lo que estoy viviendo. Que se pongan en mi pellejo como madre", ha reclamado.
También se ha referido a la situación judicial y a cómo se fraguó el acuerdo con el agresor en el que el pederasta reconoció los hechos a cambio de una pena más baja. Según ha relatado, fue el fiscal quien le convenció para que "aceptara este acuerdo" porque así la niña no tendría que enfrentarse al proceso de un juicio. El fiscal, ha añadido, le aseguró que el agresor acabaría entrando en prisión porque la suma de condenas ascendía ya a tres años.
Tras lo ocurrido, y a la vista del resultado, la madre está "arrepentida" del acuerdo. La posibilidad de un pacto para evitar un juicio, ha dicho, le pilló en un "momento bajo". Ahora, dice, hubiera "seguido para adelante, por mi hija". En el programa, ha reclamado al juzgado que indague sobre las denuncias y ha insistido en que este hombre “no debe estar en la calle”. “Que investiguen, que aligeren el caso. Me veo indefensa, sin nadie que me escuche. No se puede vivir así”, ha añadido.
Toda la familia vive esta situación con tensión, ha continuado la madre, que ha insistido en que es imposible superar lo ocurrido porque el agresor está "24 horas en la ventana". "Cuando sale, si se cruza conmigo, no evita acercarse a mí. De esa manera no se puede vivir. Tiene que ser o él o nosotros", ha insistido. Su deseo, el de su marido y el de su niña es conseguir salir del barrio, "empezar una nueva vida e intentar que esto quede en el pasado".