Enamorado de Jeréz, de donde es oriunda su mujer -Micaela Domecq Solís-Beaumont-, este abogado del Estado (Madrid, 1950), lejos de lo que pudiera parecer, es un apasionado de la Feria, de los deportes y los coches. Su otra pasión es el Atleti. Y ahora, claro, no puede estar más contento.
Entre sus aficiones deportivas está el surf. Según publica ABC, lo practicaba con sus hijos en las playas gaditanas, al igual que el parapente.
Pero seguramente la mayor afición de Miguel Arias Cañete son los automóviles, de los deportivos a los clásicos. Cuenta el diario de Vocento que guarda en su garaje un Morgan verde oscuro. Ha acudido a concentraciones de coches clásicos. También es asiduo a los circuitos, tanto de motos como decoches. Incluso él mismo llegó a participar en el Rally de Montecarlo.
De hecho, su sueño era ser piloto de carreras. Sin embargo, hace años se llevó un gran susto al sufrir un accidente de tráfico cuando conducía por una carretera europea, que le dejó secuelas para la práctica de deportes de riesgo.