Los llamados verificadores internacionales tienen previsto anunciar este viernes un supuesto "paso" de ETA hacia la entrega de armas y su inutilización, en la comparecencia que tienen previsto celebrar en Bilbao a las dos de la tarde.
Los integrantes de la "comisión internacional" (CIV) han mantenido ya contactos con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y se entrevistarán con él antes de reunirse con partidos, organizaciones sociales y sindicales, según han informado a Europa Press fuentes cercanas al grupo de expertos.
Los seis verificadores internacionales, encabezados por Ram Manikkalingam, llegaron ayer al País Vasco y ya por la tarde mantuvieron su primer contacto con el lehendakari, Iñigo Urkullu, a quienes adelantaron las intenciones de la organización terrorista.
Hoy lo harán a lo largo del día con representantes de la mayoría de los partidos vascos, excepto el PP y UPyD, que no han recibido ninguna invitación para entrevistarse con esta delegación internacional, aunque en el caso de ser convocados probablemente tampoco acudirían ya que ninguno de ellos otorga legitimidad a estos interlocutores.
De momento se ha alimentado la idea, también desde el Gobierno, de que el gesto que se anunciará previsiblemente este viernes tiene que ver con el desarme de ETA aunque, en realidad, se desconoce en qué se concretará. Todo apunta, sin embargo, a que se tratará de una nueva farsa ya que desde el entorno de ETA se habla de "gesto simbólico", y no de entrega de armas, ni de disolución.
A lo largo de los últimos meses, esta comisión internacional liderada por Ram Manikkalingam, se ha puesto en contacto con la banda criminal, que le habría trasladado su compromiso de proceder a este gesto simbólico con pasos en esa dirección.
A los pasos de ETA, además, tendrán que ir acompasándose los que dé el Colectivo de Presos, EPPK -la parte más importante numéricamente, en este momento, de la banda armada- con el fin de recorrer el camino hacia las excarcelaciones individualizadas, es decir, hacia la amnistía.
En todo caso, está previsto que no haya un reconocimiento del daño causado. El anuncio de la CIV se producirá después de que ETA hiciera público un comunicado el 8 de febrero en el que expresaba su compromiso de "realizar aportaciones significativas para alimentar el proceso, sin tardar", aunque no hacía mención a una posible entrega de las armas o disolución.