La organización terrorista ETA, a través de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), hizo público este viernes su primer gesto de desarme, con un inventario en el que se recoge el armamento que se ha sido inutilizado. Como testigos del mismo, como se puede comprobar en un vídeo remitido a la BBC, dos miembros del mencionado grupo de mediadores, que aparecen con dos terroristas, junto a una mesa con todo el armamento anulado, que no llega a completar la mesa elegida para mostrarlo.
Los terroristas muestran una paupérrima porción del material asesino que tienen en su poder y del que las Fuerzas de Seguridad españolas y francesas tienen algunas estimaciones. Exactamente, inutilizan cuatro armas, 300 balas, dos granadas de carga hueca, menos de 17 kilos de explosivo, 170 metros de cordón detonante y algunos utensilios más para fabricar bombas.
Esta cantidad de material constituye una ínfima parte de lo que se les ha incautado, por ejemplo, a algunos grupos mafiosos desarticulados en España en los últimos años, con mucha menor capacidad criminal que ETA.
Ejemplos de grupos mafiosos con mucha menor capacidad pero a los que se les ha requisado más material que el que la banda terrorista ha inutilizado es la mafia serbia conocida como Clan Zemun. A la misma, le fueron decomisados tres subfusiles de asalto, nueve pistolas semiautomáticas, un llavero pistola, una escopeta, silenciadores, cargadores y bastante más munición que las 300 balas inutilizadas por ETA.
Otro ejemplo se encuentra en la denominada Operación Alhamar, en la que la Policía Nacional detuvo a 13 personas relacionadas con una red de tenencia, tráfico y depósitos de armas, municiones y explosivos en diferentes localidades de Tarragona, Almería, Jaén, Sevilla y Castellón. A esta red le fueron decomisadas un total de 242 armas, entre las que se incluían 23 pistolas, 16 revólveres, 6 granadas de mano, 20 fusiles, 4 escopetas, 1 rifle, 15 espadas, varias metralletas, 2.000 cartuchos de varios calibres, numerosos cargadores y fundas para armas, silenciadores artesanales, morteros, 6 granadas de mano, lanza-bengalas, 73 bayonetas, 14 espadines, 7 sables, 43 navajas y 19 machetes.
En la Operación Recarga, llevada a cabo por la Guardia Civil en Madrid, Hellín (Albacete) y Gijón, y que concluyó con cuatro personas detenidas, se encontraron 19 armas cortas como pistolas y revólveres, 93 armas largas como escopetas y rifles, una ametralladora considerada como arma de guerra, piezas fundamentales como armazones, cañones y cerrojos, abundante munición con cartuchería metálica y vainas cebadas (4.842 cartuchos metálicos de distintas categorías) y una importante cantidad de material explosivo (36 kilogramos de pólvora, entre otros materiales).