Francisco Granados ha anunciado este jueves al medio día que deja la política. Renunciará a su acta de senador y diputado regional. Así lo ha anunciado en el programa Más claro agua, de 13TV. "Lo anuncio aquí oficialmente. No se lo he dicho todavía a ningún medio y no tengo la intención de estar en los platós diciéndolo", aseguró.
Pero está "harto" porque, según dijo, está "siendo sometido a un linchamiento desmesurado e injusto y en la política hay que saber parar, no tengo por qué aferrarme a un escaño en el Senado, que tampoco es que me llene mucho desde el punto de vista profesional y personal. Me parece una actividad muy loable, pero siempre que se complemente con algo. Llevo mucho tiempo dándole vueltas pero esta es la gota que ha colmado el vaso", afirmó.
Granados se ha mostrado dolido por las palabras de la presidenta del PP de Madrid en Espejo Público. Esperanza Aguirre manifestó este jueves que "un político no puede tener cuentas en Suiza. Los que las tienen son imputados y cesados, el señor Bárcenas y el señor López Viejo". El todavía político madrileño señaló que ayer la llamó y le dio explicaciones. "Ella lo entendió y de todo esto no me ha dicho nada".
Preguntado por Pablo Montesinos por más detalles sobre su relación con Aguirre, Granados aseguró que le "parece muy lícito que optara por Ignacio González" y no por él para ponerse al frente de la Comunidad de Madrid. "No tuve una pérdida de confianza; ella optó por la persona de su máxima confianza de todas la vida. Yo en ese momento fui un estorbo porque el apoyo de la militancia del PP en Madrid lo tengo yo".
Granados reconoció su distanciamiento con Aguirre desde hace dos años. "Y lo entiendo, porque en este tiempo yo he discrepado mucho con Esperanza". No obstante, sobre Ignacio González se expresó en estos términos: "Si digo lo que pienso aquí, no me volvéis a invitar a este plató. Yo siempre digo que el mejor candidato es el que gana las elecciones".
Además, apuntó hacias las propias filas populares como el lugar desde el cual se han producido las filtraciones a la prensa. "Que hay una pelea interna en el PP de Madrid es evidente. Yo no descarto nada. Que ha habido intoxicaciones por detrás en los medios para ampliar la cuestión, lo certifico porque tengo amigos..."
Sin embargo, aseguró que no siente "que en mi partido me hayan dado la espalda. Están diciendo lo que tienen que decir, que no tienen información. Eso no es dar la espalda ni mucho menos". Y añadió: "Es lógico que en política nadie ponga la mano en el fuego por nadie. No interpreto que nadie me haya dado la espalda".
"Quiero dejar claro que nadie me ha llamado para pedirme explicaciones ni para pedirme la dimisión. Yo no tengo la necesidad de ser aquí el objeto de debate de nada". Y expresó su agradecimiento "absoluto" a su partido.