Agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de México, en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, han detenido es domingo, en la localidad mexicana de Puerto Vallarta a los terroristas de ETA Juan Jesús Narváez Goñi Pajas e Itziar Alberdi Uranga. Ambos llevaban más de veintidós años en paradero desconocido.
En la actualidad se trataba de dos de los terroristas de ETA buscados por la justicia con un mayor número de crímenes a sus espaldas, pues participaron en al menos 18 asesinatos, por lo que los investigadores policiales esperan que sus arrestados contribuyan a esclarecer algunos de los asesinatos de la banda terrorista de los que todavía se desconocen sus autores materiales.
La detención de ambos se produjo a las 4.00 horas de este domingo en la conocida ciudad del Estado de Jalisco, donde vivían en la clandestinidad; y se enmarca dentro de las investigaciones de la Comisaría General de Información de la Policía para detener a terroristas de ETA que residen de manera clandestina en países de dentro y fuera de la Unión Europea, y que tienen en vigor reclamaciones judiciales de distinta índole.
Tras el comunicado de declaración del cese definitivo del uso de la actividad terrorista por parte de ETA en octubre de 2011, estos investigadores policiales han conseguido detener a etarras en el Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela, Brasil y México.
En 1990, estos dos terroristas de ETA se incorporaron a la estructura del grupo Ekaitz de ETA, conformado por pistoleros a sueldo de la organización y bajo la dirección del veterano terrorista José Luís Urrosolo Sistiaga. El grupo terrorista tenía como objetivos atentar en la costa mediterránea para intentar boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.
Hasta la desarticulación del grupo etarra por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado el 21 de marzo de 1992, realizaron numerosos atentados con explosivos y armas de fuego, acabando con la vida de 18 personas y dejando numerosos heridos de diversa gravedad. El grupo etarra consiguió tener infraestructura en Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Valencia.
Juan Jesús Narváez Goñi. Formó parte del grupo de pistoleros a sueldo X-1 de ETA durante los años ochenta, dedicado a facilitar objetivos terroristas al grupo Nafarroa de ETA. De este modo, participó en varios atentados, entre ellos, los que costaron la vida a un agente de la Policía y de un capitán de la Guardia Civil en Pamplona.
En abril de 1987, y tras pasar a la clandestinidad, Narváez Goñi fue detenido en Marsella (Francia) y expulsado a España donde ingresó en prisión. En marzo de 1988, tras salir de la cárcel se incorporó de nuevo a las estructuras de ETA. Desde entonces, acumulaba más de una decena de órdenes de detención por los tribunales españoles.
Itziar Alberdi Uranga. Se incorporó a las estructuras de la banda terrorista ETA en los años ochenta, aunque seguía trabajando con normalidad. En 1986, tras la liberación del industrial alavés secuestrado Lucio Aginadle, y la operación policial que desarticuló al grupo Araba de ETA que había cometido el mismo, huyó para integrarse en Francia en las estructuras de la organización terrorista.