No ha habido sorpresas. La infanta Cristina ha declarado durante seis horas y media en Palma de Mallorca con la lección de sus abogados bien aprendida ya que no se ha desviado un ápice de su versión de los hechos a lo largo del interrogatorio.
Ella "no sabía", "no conocía", "no le constaban" ni pagos en negro, ni facturas falsas, ni negocios fraudulentos en torno a la mercantil Aizoon –de la que era copropietaria al 50 por ciento con su marido Iñaki Urdangarñin- ni en torno al Instituto Nóos.
La hija del Rey ha respondido así a los centenares de preguntas que le ha formulado el instructor del caso Nóos, el juez José Castro, que le atribuye un delito fiscal y otro de blanqueo de capitales.
Según fuentes presentes en la declaración, el instructor ha sido extremadamente "riguroso y minucioso" a la hora de formular sus preguntas y la Duquesa ha contestado a las mismas "tranquila" y "serena". También ha querido responder a las cuestiones planteadas por el fiscal Pedro Horrach, el representante de la Abogacía del Estado y sus abogados.
La infanta ha centrado su defensa en explicar que ella confiaba plenamente en su marido Iñaki Urdangarín y en los negocios que él desarrollaba. Ha señalado que si figura como propietaria de Aizoon o vocal de Nóos fue porque su esposo se lo pidió y que, en ningún caso, pretendió ser "escudo fiscal" de ninguna empresa.
Asimismo, Cristina de Borbón y Grecia ha reconocido ante el juez que ella supo que en el año 2004 la Casa Real –a través del Conde de Fontao- le sugirió al Duque de Palma que por razones de "estética y de imagen" se apartara de los negocios de esta fundación sin ánimo de lucro.
"Es mi padre y se fía de mí"
También ha reconocido la infanta -en este punto del interrogatorio se ha emocionado- que su padre le prestó en el año 2004 un total de 1,2 millones de euros para la compra del Palacete de Pedralbes, la exclusiva vivienda del matrimonio en Barcelona. Según ha declarado la imputada ya ha devuelto 150.000 euros de ese préstamo al Rey y lo seguirán haciendo poco a poco.
"Al final es mi padre y se fía de mí", dijo la Infanta al ser preguntada sobre si el Monarca no le reclama que le devuelva el resto del dinero. La imputada también ha afirmado que es cierto que firmó el contrato de "autoarrendamiento" del palacete de Pedralbes aunque no sabe por qué lo hizo.
Por otro lado, a la Infanta Cristina se le han mostrado este sábado durante su comparecencia centenares de facturas y tickets de gastos personales cargados a su empresa Aizoon. La hija del Rey ha reconocido que incurrió en muchos de estos gastos -en la mayoría de ellos- si bien ha asegurado desconocer que éstos fueran sufragados de forma directa por la sociedad cuya titularidad comparte con su marido.
Igualmente la infanta desconocía que los gastos acarreados por el servicio doméstico de su hogar facturaran también a través de la empresa pantalla. En este punto del interrogatorio, la hija del Rey ha negado tajantemente haber ofrecido trabajo a su personal doméstico a cambio de pagarle con dinero negro.
En relación con la tarjeta Visa de la que ella disponía en Aizoon, la infanta ha reconocido que la utilizó pero sin que este hecho supusiera para ella algo irregular, según han precisado las mismas fuentes.
En concreto, entre los datos arrojados a lo largo de la instrucción de la causa por parte de la Agencia Tributaria consta el importe de hasta 698.824 euros que los Duques destinaron desde su sociedad a gastos estrictamente particulares. Gastos como un curso de salsa y merengue que hoy ha negado en el juzgado haber recibido.
Sí ha explicado que dio clases de flamenco a lo que el juez José Castro –cordobés de cuna- ha respondido: "Lo celebro".
En otro momento de la comparencia, en el turno de preguntas del fiscal Pedro Horrach, éste ha leído en la sala los principales argumentos que utilizó Castro en un auto cuando rechazó las pretensiones del sindicato Manos Limpias de citar a la infanta.
Durante esos instantes, la hija del Rey ha escuchado atentamente la lectura llevada a cabo por el fiscal y se ha mostrado de acuerdo con todas las afirmaciones que hacía por aquel entonces Castro.
En coche y a pie
La infanta Cristina ha entrado en coche a las 9:46 horas a los juzgados de Palma. Tras descender del vehículo por el lateral izquierdo, ha recorrido unos metros a pie -trece pasos ha dado- hasta la puerta del edificio judicial. Ocho horas y media más tarde abandonaba la sede judicial de la misma manera. Unos pasos a pie hasta entrar en su vehículo oficial.
Durante sus breves recorridos ante el centenar de periodistas y cámaras de televisión, la infanta se ha mostrado muy sonriente y ha saludado a los medios con un escueto "buenos días" y "buenas tardes".
La hija del Rey, con muy buen aspecto físico iba vestida con un traje pantalón azul marino, camisa blanca y unos zapatos de tacón.
La Duquesa de Palma ha declarado este sábado en una sala de vistas presidida por un retrato de su padre el Rey don Juan Carlos. En ese mismo habitáculo declaró en el año 2012 su marido Iñaki Urdangarín por el caso Nóos.
Lo cierto es que la infanta Cristina ha protagonizado este sábado la primera declaración judicial de un miembro de la familia real en nuestro país. Su declaración como imputada ha despertado máxima expectación nacional e internacional. Más de noventa medios de comunicación –entre ellos las cadenas de televisión CNN, Al Jazeera o una televisión iraní- y trescientos periodistas han cubierto el interrogatorio de Cristina de Borbón.
Por su parte, el abogado Miquel Roca se ha mostrado "muy satisfecho" con la declaración de doña Cristina, porque ha sido la ocasión en la que a la infanta "le ha sido posible explicar con todo detalle cual ha sido su intervención" en los hechos, y ha expresado su "plena confianza" en la Justicia, que "seguirá su camino".
Según ha podido saber Libertad Digital, desde el despacho de Roca no se pedirá de momento el archivo de la imputación de la infanta. Los letrados esperarán a ver qué pasos da el instructor del caso Nóos antes de adoptar una decisión.