La polémica por los documentos enviados por el Ministerio de Exteriores a las embajadas españoles contra la consulta de Cataluña era uno de los puntos del orden del día. Un motivo de indignación para ERC, CIU, PNV e, incluso, para el PSOE, cuyo portavoz Álex Sáez criticó "el hecho sin precedentes" de "utilizar" las embajadas con fines políticos. Coartada para que el republicano Joan Tardá volviera a manifestar en sede parlamentaria su amenazas con la consulta prevista para el 9 de noviembre de 2014.
Tras denunciar "la cruzada contra la democracia" del ministro, José Manuel García Margallo, Tardá le reprochó que debería de provocarle "sonrojo", sobre todos porque en los informes "no habla nada del genocidio linguístico que Cataluña ha sufrido sobre todo durante 40 años de fascismo".
En su respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó que el Gobierno está "defendiendo" a los catalanes ante el proceso separatista de la Generalidad. Pero lo importante llegó al desmontar argumentalmente al diputado de ERC al denunciar que "nos están privando a los demás del derecho a decidir":
"¿Estarían ustedes dispuestos a reconocer el derecho de Tarragona a escindirse de Cataluña y quedarse en España?" La respuesta de Tardá fue un "no" que provocó la carcajada e indignación de la sala Constitucional del Congreso, y la exclamación de Margallo: "¡Claro! Es que, ¿quién es el sujeto del derecho a decidir? Es que usted, en su infalibilidad, ha decidido quién es el sujeto del derecho a decidir".
"Si hubiese una secesión, España sufriría, porque a mí se me priva del derecho a decidir".
García-Margallo pronunció estas palabras durante su comparecencia en la Comisión de Exteriores del Congreso al ser preguntado por algunos grupos de la oposición por el documento "Por la convivencia democrática", que su departamento envió en diciembre a las embajadas y consulados contra la consulta ilegal propuesta en Cataluña. Un informe que justificó en la necesidad de que "todos los españoles tienen derecho a saber cuáles son las implicaciones de una consulta y una decisión unilateral".
Un informe enviado a las embajadas, explicó Margallo, "que lleva haciéndose año y medio" pero que no se quería enviar hasta que no se conociera la fecha de la consulta "para evitar que subiera la temperatura política". El ministro se defendió de las críticas de los grupos diciendo que los documentos "no pretenden ser equitativos ni neutrales ni equilibrados. Yo no soy neutral entre la ruptura de España y la no ruptura. Y si alguno de mis embajadores lo es, lo ceso".
Sobre la reunión fantasma...
Al término de la Comisión de Exteriores, el ministro evitó responder a la pregunta formulada por Libertad DIgital, sobre si Mariano Rajoy tiene previsto reunirse con Artur Mas o si ya lo ha hecho:
"No tengo la menor idea. Yo no llevo la agenda de Moncloa y si la conociese tampoco se la iba a decir".