Alberto Ruiz Gallardón volvió a dar la cara por la reforma de la Ley del Aborto pese a la presión de la calle y las formaciones de izquierda. "No habrá ni un insulto que me haga abdicar de garantizar el derecho del no nacido", afirmó en la convención nacional, en la que -en principio- nada se iba a decir sobre los cambios planteados por el departamento de Justicia.
El ministro afirmó que está dispuesto a dialogar para llegar a un mayor consenso, pero teniendo en cuenta el compromiso electoral del PP. "Estamos estudiando, hablando con insistencia, lo vamos a hacer nosotros y entre nosotros como siempre hemos hecho", destacó. Si bien, se revolvió contra los "pseudo progresistas": "¿Quiénes son ellos para etiquetar?", se preguntó, recibiendo un sonoro aplauso de los asistentes
Gallardón hizo estos comentarios en el marco de un debate del PP y a preguntas de su colega de filas José Ramón García. "No es un tema de moral ni de conveniencia electoral" sino de "defensa de los derechos fundamentales por encima de conveniencias y de intereses particulares", defendió. Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, le dio las gracias por sus explicaciones.
Posteriormente, y mientras el resto del Gobierno y el PP se mantenía en silencio, se pronunció en concreto sobre la marcha de Madrid. Sobre la misma, mostró su "máximo respeto" pero recalcó que "en democracia, lo que marca la acción del Gobierno es la voto en la urna". Esto es, "la mayoría de los españoles" votó por el programa electoral de los populares.